La venta de Dabbur al Hoffenheim
va a permitir al Sevilla buscar con argumentos en el mercado un delantero que palie el gran déficit del proyecto: el gol. La planificación que llevó a cabo Monchi puede decirse que ha dado sus frutos en todas sus líneas, con fichajes que han rendido y que se han revalorizado en la primera vuelta (Diego Carlos, Koundé, Ocampos, Fernando, Reguilón, Joan Jordán…), menos en la delantera.
Ahí Julen Lopetegui ha apostado claramente por Luuk de Jong y el holandés no ha ofrecido los números esperados. En realidad, ninguno de los delanteros ha rendido al nivel que exige un equipo que pelea por la Champions y donde más se ha notado esta carencia ha sido en los partidos de casa, en los que el Sevilla sólo ha sumado 15 puntos de 27 posibles.
Sólo 5 goles de los 24 que ha sumado el Sevilla en la primera vuelta han sido obra de los delanteros: dos de De Jong, dos de Munir y uno de Chicharito. Y por ello el Sevilla va a embarcarse en el fichaje de un ‘nueve’ de garantías que permita al equipo de Lopetegui luchar por lo máximo.
Liquidez y una ficha libre
En este sentido la salida de Dabbur ofrece dos cosas fundamentales, cierta liquidez para acudir al mercado (el israelí ha sido vendido por 12 millones más otros 2,5 en variables) y una ficha libre para poder ocuparla.
Monchi estaba tras los pasos de Raúl de Tomás, a quien Lopetegui conocía de su paso por el Real Madrid, pero finalmente el jugador del Benfica firmará por el Espanyol y el de San Fernando irá a por otras vías. Chimy Ávila es uno de los preferidos de Lopetegui, aunque también desea un delantero que pueda ser una referencia en el área: Mariano Díaz, Simone Zaza, Giroud… son otros nombres que han sonado y que gustan en la dirección deportiva sevillista, que también intentó sin suerte la cesión de un extremo, Draxler.
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