Mateo Kovacic se fue por la puerta atrás del Real Madrid. A pesar de dejar algunos destellos y buenas actuaciones, su falta de regularidad y la escasez de oportunidades que le dio Zidane en los momentos decisivos acabó por decantar la balanza en su decisión de abandonar el club blanco.
“Estuvo bien jugar con Zidane”, asevera el centrocampista croata (25) en una entrevista en la revista británica Four Four Two, “pero pienso que podría haberme dado la oportunidad que me merecía en la tercera final de Champions”, recuerda con amargura Kovacic. Llegado en 2015 como heredero de su compatriota Modric, el ex del Inter se fue con 3 Champions ganadas pero no jugó ni un solo minuto en ninguna de las tres finales. Sin duda la que más parece dolerle es la última, la de Kiev, después de haber sido titular tanto en la ida como en la vuelta de semifinales contra el Bayern de Múnich. En Ucrania los blancos tumbaron al Liverpool con un contundente 3-1.
“Esa es la razón principal de mi desilusión, pero el fútbol es así y nos separamos sin rencores”, dice sobre el entrenador francés. Tras aquella final, el croata decidió hacer las maletas y salir cedido al Chelsea, que la temporada siguiente ejerció su opción de compra para ficharlo por 35 millones de euros.
“Lampard es similar a Zidane por su forma de ser entrenador, es un entrenador excepcional que ha mantenido el carácter que tenía como jugador. Nos inspira a todos”, abunda Kovacic sobre su relación con el técnico del Chelsea.
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