El fútbol internacional sigue parado a cuenta de la crisis sanitaria generada por el Covid19. Es toda una incertidumbre saber cuándo por fin se podrán reanudar las competiciones y en qué condiciones. No sólo en España o en Europa, también en América.
En este sentido, de forma colateral, el
Atlético de Madrid
, tiene tres frentes abiertos. Lo que sucede en el primer equipo colchonero en nuestro país, pero también en las franquicias de México y Canadá.
La segunda es la más reciente, un proyecto muy ilusionante para los responsables colchoneros. La Canadian Premier Soccer League (CPL) anunció hace unas semanas el aplazamiento del inicio de su temporada y mientras, los jugadores del Atlético Ottawa intentan mantenerse ocupados lo mejor que pueden.
Recordemos que se suspendió la pretemporada que iban a realizar en nuestro país y a cuenta de ello tuvieron que estar 14 días de cuarentena.
El proyecto encabezado por el cuadro colchonero generó mucha ilusión en Ottawa y había ya muchos aficionados que tenían entradas para los partidos de la temporada. ¿Cómo solucionarlo? Pues a los responsables del cuadro canadiense y a los jugadores se les ocurrió que nada mejor que hacerlo en persona. No se puede porque existe un confinamiento, pero sí que se puede hacer de viva voz.
El equipo contactó a los poseedores de las entradas y de los abonos de temporada.
Ben Fisk, el primer jugador en firmar un contrato con la nueva franquicia, explicó que los jugadores están tratando de tranquilizar a la gente en estos tiempos difíciles.
“No hago eso para vender abonos. Los seguidores están sorprendidos de escucharnos y felices de recibir nuestras llamadas. Queremos chatear y crear un sentido de familia en todo el club”, explicó Fisk a los medios.
“Intentamos ser modelos a seguir en la comunidad siguiendo los protocolos de salud pública. Todos deben hacer su parte para garantizar que el virus no se propague más”, explicó el mediocampista, que ha realizado medio centenar de llamadas. “s una gran experiencia Queremos enviar el mensaje de que todos estamos en el mismo barco. Somos humanos y vamos a pasar juntos por esta crisis”, dijo el jugador, que reconoció que el inicio de la pretemporada en Madrid fue complejo.
“Nos dimos cuenta rápidamente de que la situación se estaba deteriorando en España. Poco después de nuestra llegada a la capital, vimos que las cosas no estaban mejorando. Vimos lo que sucedía en las noticias porque nuestro hotel estaba a las afueras de la ciudad. La policía y los militares estaban en todas partes. Las tiendas estaban cerradas. El aeropuerto era un lugar bastante oscuro para estar. Estamos felices de volver a casa”, sentenció.
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