La presentación del ERTE por parte del Grupo
Alavés-Baskonia el pasado sábado ha dado paso a la negociación. La medida afecta a 766 trabajadores del grupo empresarial, entre los que se encuentran las plantillas profesionales de ambos clubes y algunos de los jugadores del filial babazorro.
En cuanto a la entidad albiazul se refiere, se ha abierto un proceso de negociación, tal y como desveló este viernes Edgar
Méndez en una entrevista concedida al Canal televisivo TUDN de México.
Según la versión expuesta por el de Arafo, los futbolistas no aceptan el porcentaje de rebaja de sus emolumentos, “un 28% anual” ni, sobre todo, la decisión del consejo de administración de mantenerlo sea cual sea el escenario final de la crisis provocada por la ‘pandemia global’ desatada por la Covid-19.
El extremo trasladó el disgusto de los 25 integrantes del plantel alavesista de mantener la rebaja de los sueldos aunque finalmente se disputen las once jornadas de liga que restan por disputar en Primera
División.
A diferencia de otros clubes, el Alavés en un primer momento no admite variantes. Otros equipos sí las contemplan y las condiciones de sus ERTEs varían según se disputen o no los partidos, y también si se juegan con público o a puerta cerrada.
La propia patronal del fútbol ha recomendado a sus socios acogerse a los Expedientes de Regulación de Empleo
F.C. Barcelona, Espanyol, Atlético
de
Madrid y Alavés han abierto un camino al que se van a sumar varios de los 42 integrantes de la LFP. La propia patronal del fútbol ha recomendado a sus socios acogerse a los Expedientes de Regulación de Empleo, ya que desea aminorar en lo posible las pérdidas económicas que va a provocar la Covid-19 en el fútbol estatal.
Acabar la competición de la mejor manera posible para no perder una importante parte de los ingresos que llegan desde los contratos por los derechos televisivos es el objetivo fundamental para los equipos. En el caso del Alavés, esta partida aportará cerca de 59 millones de euros de los alrededor de 76 millones de euros previstos en el presupuesto de este curso.
Postura conjunta
“El club intenta salvaguardarse”, expresó un Edgar
Méndez convencido de que “los partidos se van a jugar tarde o temprano”. Las condiciones planteadas en el ERTE son un punto de partida para la negociación, que por parte de la plantilla se está realizando de forma conjunta.
Aunque también han existido contactos a nivel individual, los futbolistas del primer equipo albiazul son conscientes de la importancia de mantener una postura unida en la actual situación.
Manu
García, primer capitán, Pacheco, Laguardia y Rodrigo
Ely son los representantes de la plantilla
“Los capitanes hablan con el club y nos informan”, comentó el extremo. Por tanto, cuatro son los representantes del plantel en estas conversaciones. Son Manu
García, primer capitán, Pacheco, Laguardia y Rodrigo
Ely, todos ellos integrantes del grupo con mayor peso dentro del vestuario.
Las negociaciones que se están produciendo en el seno del club gasteiztarra también están presentes en todos los ámbitos del fútbol. La AFE, el sindicato de futbolistas, está muy atento a las decisiones que se vayan tomando desde la LFP y a las condiciones que se planteen en los ERTEs que se van presentando. En este sentido, los futbolistas cuentan con un sector sindical más fuerte que en otras disciplinas deportivas.
Predisposición al acuerdo
En la actual situación, ambas partes, consejo de administración y plantilla, intentarán alcanzar una solución consensuada en el caso del Alavés. Josean
Querejeta, presidente de Saski Baskonia S.A.D., sociedad que aglutina la mayoría accionarial en la entidad albiazul, es un experto y hábil negociador en todo tipo de situaciones.
Por su parte, tal y como expresó el propio Edgar
Méndez, la idea de los jugadores es alcanzar un pacto con el club. En caso de no lograrlo, el canario dejó abierta la posibilidad de que la plantilla “acuda a los tribunales” de forma conjunta. “Sería una denuncia de 25 jugadores”, afirmó para trasladar la unidad que se vive en el equipo. Una solución, en cualquier caso, que no es del agrado de las partes implicadas en las negociaciones albiazules.
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