Confinados en sus casas, Monchi y Lopetegui están pendientes de lo que ocurra en los despachos y de cómo se desarrollará el final de las competiciones cuando pase la crisis del coronavirus, pero también empiezan a esbozar el que será el Sevilla 20-21, un nuevo proyecto en el que el club andaluz no tendrá que hacer tanta revolución en la plantilla, pero en el que sí habrá cambios.
Así, en el actual plantel sevillista hay varios jugadores que tienen un futuro incierto, al margen de otros, como Banega, que ya han anunciado que no seguirán en el equipo al aceptar la oferta de un equipo saudí, el Al Shabab.
Unos porque acaban contrato y otros porque les queda sólo un año y otros porque apenas han jugado con Lopetegui, un ramillete de futbolistas no tienen nada clara su continuidad.
En primer lugar, en teoría deben volver a sus clubes de origen los cedidos Reguilón y Bono. El lateral madridista sí es titular en los planes de Lopetegui, pero en su contrato no figura una opción de compra y para que se quedase Monchi tendría que negociar con el Real Madrid. En lo que se refiere al meta marroquí, debe volver al Girona, ya que no ha convencido lo poco que ha jugado como suplente de Vaclik, con un error clamoroso que le pudo costar al Sevilla la eliminación europea en el último minuto ante el Cluj rumano, cuando se le escapó un balón que acabó en la portería, pero que el VAR impidió que fuera gol por mano previa del delantero rival.
E incluso Vaclik no acaba de ampliar su contrato, al que en junio sólo le quedará un año. El checo ha dicho varias veces que le gustaría renovar, pero no ha recibido respuesta, siempre con la espada de Damocles de una rodilla de riesgo que le dio un gran susto en Getafe.
En la defensa estarán pendientes de su futuro Sergi Gómez y Escudero. El primero fue un descarte de Lopetegui en verano e incluso tuvo ofertas para marcharse, pero prefirió aguantar y al final, por la marcha de Carriço, jugó varios partidos. El vallisoletano, eclipsado por Reguilón en el lateral, se planteó salir en enero, con opciones en el Getafe y en el Valladolid. Acaba contrato en 2021, por lo que este verano podría ser el de su marcha.
Franco Vázquez es otro jugador que se acerca a su final de contrato y que ya ha dado varias temporadas en el Sevilla. Cumpliría su cuarta campaña y en Italia está recibiendo ofertas y está cotizado, por lo que el club andaluz, si quisiera recaudar dinero tendría que hacerlo ya, pudiendo recibir incluso más de lo que invirtió en su día, 12 millones de euros.
Arriba, Nolito acaba contrato por lo que su marcha es más que probable. El Sevilla liberaría una ficha muy alta (llegó del Manchester City) y fue un descarte de Lopetegui en verano, aunque el sanluqueño logró convencerlo y hasta fue provechoso para el equipo en la temporada, con goles y asistencias.
Rony Lopes fue la gran decepción del proyecto de Monchi. Fichado por 25 millones de euros (el más caro de la historia del club), su rendimiento no estuvo a la altura y si no salió en enero fue porque había jugado con el Mónaco la primera jornada de Liga y la UEFA impide tres equipos en la misma temporada.
Por último, Munir, que apenas era utilizado por un Lopetegui que apostó desde el principio por De Jong, perdió toda opción de disfrutar de minutos con la llegada de En-Nesyri en enero. El hispano-marroquí llegó como apuesta de Caparrós y Monchi aceptaría una oferta, por lo que su futuro también es de lo más incierto.
Source link