El fútbol no es ajeno a la crisis sanitaria provocada por la expansión del coronavirus. Todas las competiciones se han aplazado y el regreso cada vez se ve más complicado. En estas circunstancias, los jugadores de todos los equipos se ejercitan en sus domicilios para mantener la forma a la espera de poder regresar a sus lugares habituales de entrenamiento.
Los futbolistas del Athletic llevan 32 días sin entrenarse en las instalaciones de Lezama. El último día que lo hicieron fue el viernes 13 de marzo, cuando el equipo de Gaizka Garitano se ejercitó con normalidad con las bajas de Beñat, lesionado con un esguince en el tobillo derecho, y De Marcos, que continuaba con su proceso de recuperación.
El club anuló el entrenamiento que estaba previsto para el día siguiente y citó a sus dos primeros equipos masculino y femenino y al Bilbao Athletic para el martes. “El Athletic Club descansará hasta el 17 de marzo, donde, dependiendo siempre de la evolución del Covid-19, saltará al verde de Lezama a las 10:30 de la mañana para realizar el entrenamiento a puerta cerrada”, decía el comunicado emitido por Ibaigane.
Pasó el fin de semana y el club anuló el lunes a primera hora las sesiones de trabajo de estos tres equipos. El comunicado remitido por la entidad bilbaína decía que esta suspensión de los entrenamientos tenía “carácter temporal”, sin especificar nada más al respecto, y que los jugadores y jugadoras tendrían que seguir el programa de trabajos individualizados bajo las pautas marcadas por los respectivos cuerpos técnicos.
Los leones llevan 32 días en sus domicilios ejercitándose en solitario. El club ha mandado a cada uno de sus futbolistas una cinta de correr, una bicicleta estática, esterillas y gomas para ejercitarse en este periodo de confinamiento, pero lógicamente no es lo mismo que entrenar en Lezama junto a los compañeros.
Casi con toda seguridad, todos los equipos tendrán que realizar una minipretemporada cuando se pueda volver a la normalidad. El fútbol necesita de espacios abiertos para coger ritmo y velocidad. “Estamos acostumbrados a jugar cada tres o cuatro días y aunque hagamos cinta no hacemos todo lo del campo. Mi cuerpo me pide más, sería absurdo ponernos a competir sin hacer una pequeña pretemporada para volver al ritmo de competición. Si no puede haber lesiones o disgustos. Tengo ganas de esprintar en condiciones, correr como una gacela”, decía Williams el pasado jueves en la Cadena Ser.
En cualquier caso, lo primero es la salud. Esto es lo que han querido destacar todas las jugadoras y los jugadores del Atheltic que han ofrecido ruedas de prensa virtuales en este periodo de confinamiento. Primero hay que superar la crisis sanitaria y luego ya se hablará de fútbol, de la Liga y de la final de Copa.
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