Ray Allen tenía otro guión


Las Finales NBA de 2013 culminaron en un séptimo partido con los Miami Heat superando a San Antonio (88-95) y LeBron James (37 puntos) levantando su segundo título consecutivo desde que decidió llevar su talento a Florida. Sin embargo, a pesar de lo grandioso que fue ese triunfo, el disputado playoff final será recordado sobre todo por el final del partido 6, jugado en Miami, y decidido en un vuelco dramático del destino.



Y es que nunca un campeonato de la NBA se decidió de forma tan significativa en una secuencia tan corta. Los Spurs, con ventaja de 3-2 en la serie, ganaban por cinco puntos con menos de 30 segundos para el final y los servicios de seguridad empezaban ya a acordonar la pista para la ceremonia de entrega del trofeo mientras centenares de aficionados de los Heat empezaban a abandonar las gradas. Lebron anotó un triple en un ataque de Miami y luego Kawhi Leonard convirtió uno de dos tiros libres para dejar el marcador con 92-95.

En la última posesión LeBron James falló un triple para empatar desde el ala izquierda pero Chris Bosh luego superó a sus oponentes en la lucha por el rebote para capturar el balón y lanzarlo rápidamente a Allen, que retrocedía hacia la esquina derecha. El californiano no dudó y agotó las opciones de su equipo con un tiro certero que dejó todo empatado con 5,2 segundos para concluir. Los Spurs no acertaron en el último intento y Miami se impuso en la prórroga (103-100) para reescribir un guión inesperado.

Aquella acción culminó en el mayor cambio de dinámica en la historia de las finales NBA. También fue un momento extraño para los Spurs, un equipo dominador durante más de una década en el que sobresalían talentos como Duncan, Parker o Ginobili. Muchos cuestionaron tras ello las decisiones de su técnico, Gregg Popovich, que para la posesión defensiva final, dejó a Tim Duncan en el banquillo facilitando la captura de Bosh.

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Trabajador diligente hasta la obsesión, Allen ideó un ejercicio inusual al principio de su carrera en la NBA con los Milwaukee Bucks: se tumbaba en medio de la botella, se ponía en pie, hacía un ‘sprint’ hacia a la esquina y disparaba tras recibir un pase. Más de una década después, todavía estaba trabajando en ese tiro cuando se unió a los Heat antes de la temporada 2012-13.

“Fue la primera vez que vi a alguien hacer eso”, dijo el entrenador de Miami, Erik Spoelstra, a Sports Illustrated . Allen se explicaba: “Nunca se sabe cuándo se encontrará en una situación en la que debe encontrar la línea de 3 puntos sin mirar hacia abajo”.

El momento llegó en un partido cumbre en su carrera y Allen estaba totalmente preparado para no vallar. “Cuando entró, estaba extasiado”, dijo. “Pero al mismo tiempo, esperaba hacerlo”.

Aquel trágico desenlace, con tiros libres fallados en momentos decisivos, sirvió de motivación para los Spurs que se desquitaron al año siguiente jugando su mejor baloncesto y ganando las series finales ante el mismo rival, Miami Heat, en cinco partidos.


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