La final de la Copa del Rey se desarrollará con público en las gradas. Así lo desean la Real y el Athletic, como expresaron en un comunicado conjunto, y también la Real Federación Española de Fútbol, que avaló esa petición con otra nota oficial y se frota las manos visualizando de nuevo un Estadio de la Cartuja lleno de aficionados. Lo que sigue sin existir, lógicamente, es una fecha para la disputa de tan señalado encuentro, que en este escenario se jugaría durante la próxima temporada. La RFEF pone como límite la final de la Copa 20/21. Todo depende de cuándo Sanidad permita no sólo que se reanude la competición, sino las aglomeraciones de gente en las gradas. Esto no se espera hasta 2021, aunque en Anoeta comienzan a concebir la esperanza de que pueda anticiparse al próximo otoño, dado el actual y reducido número de contagios y fallecidos por el COVID-19.
De esta manera, la Real y el Athletic, en principio, sacrifican la plaza europea que otorga la UEFA al campeón de Copa. El organismo europeo ya avisó el pasado jueves de que, en el caso de que se reanuden las competiciones, si la final de Copa no se juega antes del 3 de agosto, la tercera plaza para la Europa League que reparte iría para el séptimo clasificado en LaLiga. Otro escenario se generaría si la competición liguera no se puede reanudar porque el COVID-19 no lo permite. Y esto aún está muy en el aire.
La Real, en todo caso, tiene muy viva esa posibilidad de ir a Europa porque, en el caso de que concedan esa plaza al séptimo clasificado, su ventaja con el octavo es de ocho puntos, a defender en 11 partidos.
En su comunicado conjunto, Real y Athletic, exigen que la final de Copa tenga consideración de “título oficial”. Con esto quieren asegurarse de que el título no queda desierto, que la final se dispute sea cuando sea, y que compute como una Copa del Rey más, que en el caso de la Real sería la tercera.
Sostienen los clubs que la decisión de jugar con público “pone en valor uno de los eventos deportivos más prestigiosos y con más tradición que se puede disputar en el fútbol mundial” y además quieren hacerlo “junto” a su hinchada, que consideran “la verdadera esencia y la razón de ser de este maravilloso deporte”.
Así las cosas, fuentes de la Real comunicaron ayer a MD que la intención es reforzar la plantilla de cara a una temporada que se presenta apasionante y, desde luego, mantener a todos los cracks del plantel actual. Podría ser una campaña apasionante con Liga, Champions League, final de Copa y la próxima edición copera.
La UEFA avisó el sábado pasado de que si no se disputaba la final de Copa del Rey antes del 3 de agosto, la plaza europea que otorga al campeón se la daría al séptimo clasificado en LaLiga, siempre y cuando se pueda reanudar la competición en Primera División y se disputen las 11 jornadas que restan. Lógicamente, si el COVID-19 no permite la disputa de LaLiga o hay cascada de positivos cuando se realicen los test del coronavirus a los jugadores esta semana, el escenario cambiará y el Athletic, con la Real ya clasificada para la Champions como cuarta, volvería a aspirar a esa plaza europea vía Copa, como tenía pactado hasta la semana pasada con la RFEF.
El caso es que la Real Sociedad está bien situada para ir a Europa en todos los supuestos. Si se suspende LaLiga, irá a la Champions League como cuarta clasificada, como estableció la propia UEFA. Y ahora, que ‘sacrifica’ la plaza continental que otorga el ser campeón de Copa por su deseo de aplazar la final para que se juegue con público, su posición también es inmejorable.
Si el billete europeo recala en el séptimo, sería el octavo el primero que se quedaría sin el premio continental. Ahora mismo, la Real es cuarta con 46 puntos, ocho más que el Villarreal (38), que es el octavo. El Valencia es séptimo con 42 y el Athletic, décimo con 37. Por lo tanto, los rojiblancos deben remontar una desventaja de cinco puntos en 11 jornadas si quieren clasificarse para la Europa League.
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