Tal día como hoy se cumplen 28 años del inicio de la maldición del Real Madrid en Tenerife, donde el conjunto local protagonizó una increíble remontada tras levantar un adverso 0-2 y terminar imponiéndose por 3-2. Lo que le ocurrió hace 28 años al equipo blanco en la isla fue terrible. En una tarde muy calurosa del 7 de junio de 1992, el equipo blanco perdió en la última jornada una Liga que tenía prácticamente en el bolsillo y que finalmente fue a parar a las vitrinas del Barça de Johan Cruyff.
El Real Madrid partía en el partido que cerraba el campeonato 1991-92 con un punto de ventaja sobre el FC Barcelona. Los azulgranas vencieron por 2-0 a un Athletic situado en la zona media-baja de la tabla y sin jugarse nada, al igual que el Tenerife de Jorge Valdano, que se había salvado del descanso la jornada anterior en Gijón.
Sin embargo, los chicharreros, en un encuentro envuelto en las suspicacias por las famosas primas a terceros, pusieron toda la carne en el asador en el Heliodoro y le dieron al barcelonismo una de las mayores alegrías de su historia en una temporada inolvidable para el Barça, que había conquistado apenas dos semanas antes su primera Copa de Europa tras vencer a la Sampdoria en Wembley.
El Tenerife recibió una prima por ganar
Los jugadores del Tenerife recibieron una controvertida prima por vencer en aquel célebre partido que le costó el título al club blanco, según reconocieron miembros de la plantilla canaria. Manolo Hierro, que estaba de baja futbolística por larga enfermedad, declaró el 26 de octubre de 1992, en el programa ‘El Larguero’, de la Cadena SER, que tras ese encuentro, el capitán del equipo, Toño Hernández, les informó que había recibido una cantidad de dinero -cifrada en unos 21 millones de pesetas– para su reparto entre 21 jugadores, el masajista, el fisioterapeuta, el utillero y el médico del club chicharrero como premio por la victoria. Valdano, que llegó a decir que “no es tan grave recibir un premio por haber ganado” y su segundo, Ángel Cappa, se mantuvieron al margen.
Dinero entregado en una bolsa de plástico
El escándalo fue mayúsculo. Manolo Hierro dijo que el que les pagó por chafar el título a los merengues “debió ser alguien de Catalunya o un anti-madridista”. Toño admitió los hechos en la misma emisión radiofónica, aunque ni él ni Manolo Hierro relacionaron directamente al Barça con el polémico incentivo económico. Ambos no implicaron a ningún club ni a ninguna persona física como directo responsable del pago. Toño se limitó a asegurar que en las puertas del Heliodoro Rodríguez, “un hombre desconocido entre los 30 y los 40 años de edad nos entregó a la vuelta de las vacaciones de verano una bolsa de plástico que se acercaba a los 21 millones de pesetas” por ganar al Real Madrid en el último partido de la Liga 91-92 y también comentó no haber preguntado a su interlocutor de dónde procedía el dinero. Según informó la SER en su día, el que pagó la prima fue un exjugador del Barcelona.
Por su parte, el exguardameta madridista Agustín, que defendió la portería del Tenerife solo los primeros 24 minutos tras ser sustituido por lesión, negó haber cobrado la mencionada prima. En una entrevista con el diario ‘El Mundo’, Quique Estebaranz, uno de los goleadores del partido,dijo con sorna que “si es verdad que hubo maletines, todavía sigo buscando al que se quedó con mi parte”, mientras que Pier, el que apuntilló al Madrid, aseguró al mismo rotativo que “ni me enteré si hubo algo, era el más joven. Ni siquiera sé si es verdad. Al menos yo no cogí nada”, sentenció.
El caso quedó archivado por falta de pruebas
Johan Cruyff, entonces entrenador del Barça, decía con indudable buen humor que era “imposible que un catalán, con los tacaños que son los catalanes, pague esa cantidad de dinero”. Por su parte, el madridista Míchel aseguró que “antes de jugar ya sabíamos que el Tenerife estaba primado y en el campo así se vio”. El caso quedó archivado por el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol, que citó a declarar a Manolo Hierro y al capitán Toño, por falta de pruebas y la bolsa de plástico con el dinero, en el olvido.
Remate al poste de Hagi y gol legal anulado a Milla
Parecía impensable que después de adelantarse por 0-2 en Tenerife con relativa facilidad, gracias a un testarazo de Fernando Hierro (8’) y un magistral lanzamiento de falta directa del rumano Gica Hagi (28’), el Real Madrid se quedaría sin cantar el alirón. En la segunda parte, los merengues pudieron sentenciar. Hagi estrelló un balón en el poste, Butragueño falló hasta tres goles cantados y García de Loza anuló, a instancias de uno de sus jueces de línea, un gol legal a Luis Milla, que se encontraba en posición correcta, y que sorprendentemente casi ni protestaron los jugadores madridistas. Pero el equipo canario nunca se rindió y le dio la vuelta a la tortilla cuando los merengues ya saboreaban el título.
Un autogol de Rocha y un tanto de Pier, letales
Con 1-2 en el marcador, después de que Quique Estebaranz hubiese anotado cerca del descanso (36’), dos nuevos zarpazos de los isleños en la recta final del choque ojos, cuando los blancos se habían quedado con diez por la justa expulsión de Villarroya tras una innecesaria entrada sobre Chano, hundieron al Madrid, primero con un autogol de Ricardo Rocha en el 77’ que marcó la carrera del brasileño y apenas un minuto después con un tanto de Pierluigi Cherubino después de que el balón le cayera en los pies en una acción en la que un sol abrasador pudo cegar a Paco Buyo, pese a que lucía una gorra blanca, al intentar sacar una temeraria cesión de su compañero Sanchís, aunque el meta gallego, que curiosamente se hizo con el premio ‘Ricardo Zamora’, como portero menos goleado del campeonato, estuvo muy desafortunado en los tres goles tinerfeñistas en aquel partido en el que el Real vivió uno de los capítulos más negros de su larga historia.
Beenhakker no mejoró a Antic, despedido siendo líder
El Tenerife pasó de ser un convidado de piedra a verdugo de un Madrid que en aquella temporada llegó a tener una ventaja de ocho puntos sobre el Barça en la jornada 14 (entonces el triunfo se premiaba con dos puntos). El entrenador era Radomir Antic, pero Ramón Mendoza le despidió siendo líder. Con el paso de las jornadas, su sucesor, Leo Beenhakker, no solo no logró mejor el juego del equipo, sino que empeoró los números del balcánico. Hizo ocho puntos menos de los que sumó Antic en la primera vuelta.
El árbitro García de Loza se lesionó pero pudo seguir
El Madrid se estrelló en Tenerife y perdió la Liga de forma increíble en un partido insólito en el que se lesionó el colegiado Raúl García de Loza. El gallego sufrió una distensión de ligamentos en una rodilla, pero aguantó todo el encuentro pese al dolor después de que el médico del equipo isleño le aplicara un fuerte vendaje elástico.
Con el partido ya finalizado en el Camp Nou, los jugadores del Barça, entre ellos un jovencísimo Pep Guardiola, aficionados y directivos permanecieron pegados al transistor esperando con muchos nervios que acabara el duelo de Tenerife, donde el partido se alargó hasta el minuto 96.
Tras el pitido final, los jugadores merengues se fueron con la vista perdida hacia el vestuario sin entender cómo habían podido dejar pasar la oportunidad de lograr el título de Liga, mientras los azulgranas, campeones por un solo punto, enloquecían con el inesperado batacazo madridista y celebraban por todo lo alto un inolvidable doblete (Liga/Copa de Europa) en el mágico 1992 para el barcelonismo.
Núñez terminó bailando la conga en la fiesta culé
También quedó para la historia cuando el entonces presidente del Barça, Josep Lluís Núñez, ya en la fiesta nocturna del hotel Princesa Sofía, pudo bailar la conga, mientras los jugadores se desbordaron con el pasodoble ‘Islas Canarias’ y cantando ‘La Puerta de Alcalá’. Todos corearon “¡mírala, mírala”. Guardiola, uno de los que tomó la batuta en la desmadrada fiesta, se cantó en una discoteca la famosa canción ‘New York, New York’ de Frank Sinatra.
CD Tenerife, 3: Agustín (Manolo, min. 24); Toño, Toni, Mata, Paqui, Redondo, Quique Estebaranz, Rafa Berges (Pier, min. 64), Chano, Felipe y Pizzi.
Real Madrid, 2: Buyo; Chendo, Rocha, Sanchís, Villarroya, Míchel, Hierro, Milla, Hagi (Lasa, min. 73), Butragueño y Alfonso (Luis Enrique, min. 59)
Goles: 0-1, Hierro (min. 8); 0-2, Hagi (min. 28); 1-2, Quique Estebaranz (min. 36); 2-2, Rocha, en propia meta (min. 77); 3-2, Pier (min. 78)
Árbitro: Raúl García de Loza (Colegio Gallego). Mostró tarjeta amarilla a Toño, Alfonso, Rocha, Míchel y Sanchís. Expulsó por doble amonestación a Villarroya (min. 69) y Pier (min. 90)
Incidencias: Lleno en el Heliodoro Rodríguez López (22.000 espectadores). Los aficionados locales celebraron como suyo el título del Barça.
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