Una preinscripción para ir al estadio y asientos separados



El Gobierno maniobró este martes para tratar de cerrar la grieta regulatoria por la que la semana pasada algunos clubes de LaLiga empezaron a intentar meter público en sus estadios, y le confió las llaves de la puerta cerrada al Consejo Superior de Deportes (CSD), cuya presidenta, Irene Lozano, tiene rango de secretaria de Estado. El decreto para lo que Pedro Sánchez bautizó como la “nueva normalidad” aprobado este martes por el Consejo de Ministros determina que será el CSD el que decida en qué momento regresa el público a los estadios de fútbol y a los pabellones de baloncesto. De esta forma, el Ejecutivo conserva una potestad que los anuncios de Sánchez del domingo 31 de mayo habían dejado momentáneamente en manos de las comunidades autónomas.Al día siguiente de que el presidente del Gobierno dijera que las autonomías con todo su territorio en fase 3 pasaban a tener todo el poder de decisión sobre las cuestiones sanitarias, el presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, con el apoyo del presidente canario y del presidente del cabildo de Gran Canaria, se lanzó a abrir las puertas de su estadio. Previendo que este lunes Canarias estaría en fase 3, como así fue, anunció que este sábado su equipo jugaría con público en casa contra el Girona. El Gobierno reconocía que técnicamente era posible: “En fase 3 la gobernanza de la desescalada recaerá en la comunidad autónoma”, decían fuentes del Ministerio de Sanidad, desde donde también se ha insistido en que cuando vuelva el público tendrá que hacerlo a todos los estadios a la vez, para preservar la integridad de la competición.Para su anuncio, Ramírez también contaba con el visto bueno del presidente de LaLiga, Javier Tebas, que al final de esa semana dio vuelo al movimiento en una aparición televisiva: “Soy partidario de jugar con gente cuando se pueda, en aquellos lugares donde se pueda”, dijo. Por el camino, se habían ido sumando Javier Lambán, presidente de Aragón, por el Zaragoza y el Huesca; el Celta de Vigo con el apoyo de la Xunta de Galicia, y otros clubes que prefirieron aguardar a hacer públicas sus intenciones.Mientras, la UD Las Palmas avanzó en su idea y el lunes presentó su protocolo sanitario ante el Gobierno de Canarias, según confirma su presidente. “Será revisado por la autoridad competente y luego se pondrá a disposición de LaLiga”, explica Ramírez sobre un plan que permitiría la presencia de los 11.000 abonados del club, un tercio de la capacidad del estadio Gran Canaria.“Parece que lo han planeado…”Estos movimientos con el aliento de LaLiga también han provocado el malestar en los clubes que, como el Real Madrid y Osasuna, tras saber que la temporada se terminaría a puerta cerrada, decidieron modificar los planes de obra de remodelación de sus estadios. El Bernabéu ahora se encuentra inservible, sin terreno de juego y con buena parte de las tribunas bajas desmanteladas. En el Sadar solo podrían ocuparse unas 6.000 localidades de preferencia, lo que se traduciría en una capacidad de 2.000 personas.“Antes de entrar a fondo con las obras, nuestra idea era jugar con público hasta final de temporada”, dicen fuentes del club navarro. “Cuando ocurrió todo este desastre, LaLiga nos trasladó las directrices de Sanidad y el CSD, dejándonos claro que se jugaría a puerta cerrada como mínimo hasta 2021, a la espera de dar con la vacuna. Pero, de repente, cuando gracias a dios todo esto ha ido mejorando un poco, nos encontramos con que en junio o julio puede que ya se apruebe la entrada de los aficionados en los estadios. Es decir, ¡prácticamente ya! Todo esto nos sorprende… Nos sorprende la evolución de los acontecimientos y los cambios de criterios tan drásticos que se están produciendo”.“No entendemos nada, parece que alguien ha planeado todo esto…”, transmiten desde el club, que en el caso de que se confirmara el regreso de los aficionados a los campos baraja la idea de mudarse temporalmente al hogar de algún vecino como la Real Sociedad o el Alavés. “Pero entonces, ¿cómo manejamos logísticamente esa situación? ¿cómo trasladamos a los jugadores en el autobús? ¿y nuestros aficionados que quisieran desplazarse? A alguien se le está yendo la mano en todo esto. Hace nada estábamos hablando de 800 muertos al día…”, inciden desde la entidad navarra.El Levante, de mudanza a Alicante“Tenemos a los jugadores y al cuerpo técnico metidos en una urna desde hace un mes, siguiendo el protocolo a rajatabla, cuidando al milímetro hasta el más mínimo detalle… Y ahora, de repente, se da un giro radical de 360 grados; ni siquiera de 180, sino de 360. Es muy extraño. Ciertos clubes que antes pataleaban ante la posibilidad de tener que volver, ahora son los que más rápido quieren meter a la gente en los estadios”, cierran desde Osasuna. En una situación similar, el Levante, que trasladará sus partidos a La Nucía (Alicante), prefiere asumir su decisión de modificar el plan de obra sin hacer comentarios.Fuentes del CSD, nuevo guardián de las puertas de los estadios, insisten en que ven “imposible” la presencia de público en la vuelta de LaLiga esta semana; “complicado” en lo que resta, y que solo lo estudiarán cuando todos los territorios se encuentren en fase 3. En todo caso, recuerdan: “Se pactó lo que se pactó”, en alusión a la puerta cerrada hasta final de curso.A partir de este martes, el BOE encomienda a Lozano “asegurar que se adoptan las medidas necesarias para garantizar una distancia interpersonal mínima de 1,5 metros, así como el debido control para evitar las aglomeraciones. Cuando no sea posible mantener dicha distancia de seguridad, se observarán las medidas de higiene adecuadas para prevenir los riesgos de contagio”. El texto recoge que antes de decidir sobre la presencia de público en la ACB y LaLiga, el CSD deberá consultar “al organizador de la competición, al Ministerio de Sanidad y a las Comunidades Autónomas”.


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