Han pasado ya 47 años desde una de las victorias que más ansían los seguidores rojiblancos. La Copa de nuevo fue un botín del que se adueñaron los leones en la final disputada en el Vicente Calderón. El Castellón de Vicente del Bosque fue un rival complicado de doblegar, pero los tantos de Arieta II y de Zubiaga sentenciaron al equipo de Lucien Muller.
Era la primera vez que el Castellón accedía a una final copera tras una campaña un tanto complicada. Pero lo que era incuestionable era que contaban con jugadores de un nivel innegable. Del Bosque era uno de ellos. También figuraban Planelles, Félix, el delantero Clares…
Y como se esperaba dieron guerra a los de Miroslav Pavic, que sin embargo se pudieron adelantar en el minuto 27. Arieta sacó provecho de una pase en profundidad desde la izquierda para batir dentro del área a Corral.
Zubiaga pone la puntilla
El gol hacía justicia a la mayor intensidad mostrada por los rojiblancos, más acostumbrados a encuentros de este rango. A pesar de algún disparo lejano de los castellonenses, el Athletic resolvió la contienda a los pocos minutos de la reanudación por medio de Zubiaga, que anotó tras el rechace del meta castellonense a un disparo también suyo. El locutor del NODO citó ese segundo gol del “Bilbao”.
Y Francisco Franco asistía a esa nueva fiesta de los leones, que estuvieron arropados por una mesa ingente de seguidores, muchos más que los del Castellón. Para concluir el nuevo logro, Iñaki Sáez recogía la Copa de manos del Generalísimo.
Equipazo
Eran otos tiempos, llenos de recuerdos, con un equipo mítico formador por Iribar, Sáez, Larrauri, Zubiaga, Gisasola, Rojo II, Lasa, Villar, Arieta II, Uriarte y Rojo I. En la segunda parte entraron Aranguren y Carlos. Para que no faltara de nada, árbitro de los clásicos: Franco Martínez, secundado por Medina Iglesias y Rigo.
El “¡Alirón, alirón, el Athletic es campeón resonó con fuerza en el estadio del Atlético de Madrid, así como el “Todos queremos más”. Los Iribar, Sáez, Villar, Uriarte, Rojo I… hicieron vibrar a una hinchada que así se resarcía de una campaña liguera que no fue boyante, ya que los pupilos del entrenador balcánico acabaron en la novena plaza, mientras que el Castellón había finalizó la competición de la regularidad en una sorprendente quinta posición en aquella Liga de 18 clubes.
La foto para el recuerdo
La estampa de Sáez a lomos de los aficionados paseando el trofeo es una de las fotos más históricas del Athletic al menos en los últimos años.
Para hacer realidad ese deseo el equipo de Pavic tuvo que eliminar y al en la primera ronda de octavos de final al Oviedo (2-0 al Oviedo y 1-0 en la vuelta), al Sevilla (0-0 en el Sánchez Pizjuán y 5-2 en Bilbao) y al Málaga (2-1 en San Mamés y 0-1 en La Rosaleda). Todo ello sucedió en 26 días de junio, ya que se inició el 3 y acabó el 29. En aquella época se disputaba la Copa después de la Liga.
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