El 25 de mayo la Federación Española decidió que el Femení Sant Adrià regresaba a la Liga Femenina Endesa al ocupar la primera posición del grupo B de la Liga Femenina 2 cuando se paró la competición por culpa de la pandemia del coronavirus. Pero desde el primer momento su presidente, Pepe Aneas, avisó de que había el peligro de no poder afrontar el ascenso a causa de la situación económica.
La única solución hubiese sido encontrar un patrocinador principal potente que aportara la mayor parte del presupuesto, pero después de luchar durante un mes y medio para conseguirlo el Femení Sant Adrià se ha visto obligado a renunciar a su plaza.
¿Cómo está de ánimo?
Aliviado. Ha sido un mes y medio bastante duro, la verdad. Pero lo hemos intentado hasta donde hemos podido y cuando vimos que no era posible el ascenso lo dejamos estar.
Durante el confinamiento usted explicó que la planificación de la plantilla se estaba haciendo como si el Femení Sant Adrià fuese a jugar en Liga Femenina 2. ¿Ya consideraban que eso sería lo más probable?
Desde que se paró la competición el 14 de marzo hasta que la federación tomó la decisión de ascendernos el 25 de mayo pasaron dos meses en los que no sabíamos qué se decidiría. Ni si habría ascensos o no, si habría una fase de ascenso o si se daría el ascenso a los primeros de cada grupo, como finalmente ha sido. Durante este tiempo nosotros no podíamos estar parados y empezamos a construir un equipo de Liga Femenina 2 con jugadoras que también tuviesen potencial para competir en Liga Femenina 1 si se daba el caso. Tenemos un grupo de seis jugadoras muy jóvenes, encabezadas por Helena López, que pensábamos que podían estar tanto en una categoría como en la otra.
Y entonces llegó el 25 de mayo y la federación decidió que el Femení Sant Adrià subía a Liga Femenina 1. ¿En un primer momento vieron posible poder afrontar la situación económicamente?
Fue un subidón. Subir a la máxima categoría es una barbaridad. Ahora nos puede parecer algo normal porque hemos jugado allí varias temporadas en los últimos años, pero conseguir un ascenso es algo extraordinario a pesar de que las circunstancias fuesen especiales esta temporada por el coronavirus. A partir de entonces nos dejamos la piel para encontrar un patrocinador principal, pero si en otras temporadas ya no salió nada imagínate en plena pandemia.
Además, contaban con la experiencia del retraso en el cobro de las subvenciones públicas que percibieron las otras veces que estuvieron en Liga Femenina 1. ¿Eso ha influido en la decisión final?
Yo tenía claro que o venía un patrocinador a poner el mínimo para estar en la categoría o no era posible el ascenso. Nosotros hubiésemos contado igualmente con las subvenciones, pero estas no te cubren el día a día. Cuando tú llevas un año empiezas a cobrar las de la temporada anterior y así no podemos ir. Debemos tener garantizada una fuente de ingresos mensual. En el pasado nos adentramos en un mundo desconocido y pasó lo que pasó. Nosotros lo hemos pasado muy mal y hemos generado deuda. No queríamos volver a entrar en ese túnel.
¿Han estado cerca de cerrar algún patrocinio que hubiese posibilitado el ascenso?
Uno de los problemas ha sido la incertidumbre. Antes del coronavirus teníamos un par de frentes abiertos que parecía que se podían dar si subíamos. Pero estos empezaron a tener dudas sobre si empezaría la temporada, sobre si terminaría o sobre si se volvería a parar la competición y el patrocinador no contaría con los partidos de televisión que quería, el aspecto que da más visibilidad a los patrocinadores en Liga Femenina 1. Y después hay la posibilidad de que los partidos se tengan que jugar a puerta cerrada. El horizonte ahora no es tentador para una persona que tenga que poner dinero.
Usted explicó que en la Liga Femenina Endesa el presupuesto debe rondar como mínimo los 250.000 euros. ¿Y en la Liga Femenina 2?
Con unos 70.000 euros puedes tirar hacia adelante, sobre todo un equipo como el nuestro formado por muchas jugadoras de la casa.
¿Y cuál es el objetivo de la próxima temporada? ¿Volver a luchar por el ascenso?
Aparte de enseñar baloncesto, nuestra filosofía es competir. Siempre intentamos estar lo más arriba posible en la categoría en la que estamos. Será una temporada de transición porque la federación ha hecho una gran ampliación de la Liga Femenina 2 con la vista puesta en la siguiente, cuando se creará una Liga Femenina 2 Pro, la cual será un grupo intermedio único entre la Liga Femenina 1 y la 2. Así que el objetivo del Femení Sant Adrià será quedar esta temporada entre los cinco primeros clasificados para estar en esta nueva competición.
¿Ya está definida la plantilla?
El año que viene tendremos siete jugadoras de la casa, formadas aquí desde la categoría mini, y estarán acompañadas de tres jugadoras extranjeras. Con ellas podemos conseguir el objetivo de estar en la Liga Femenina Pro. De todas maneras, no renunciamos al ascenso a la Liga Femenina 1.
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