El Girona superó por la mínima (1-0) al Almería en Montilivi en un encuentro que tuvo una parte para cada equipo pero que se decidió gracias a un penalti que transformó Cristhian Stuani a falta de un cuarto de hora para el final. Con este triunfo y los pinchazos de los perseguidores, los de Francisco se colocan a cuatro puntos del séptimo clasificado y se aseguran medio playoff. El Almería, con 60 puntos, a cuatro del ascenso directo.
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Los locales, con el once de gala ya habitual, saltaron al césped con el carácter e intensidad habitual que imprimen desde la llegada de Francisco al banquillo. Sin embargo, la tónica fue también la habitual que en los últimos días. Los gerundenses dominaban a su rival e conseguían tenerlo encerrado en su campo con una presión alta tras pérdida y con una buena circulación de balón cuando eran los dueños de la posesión, pero sin ser capaces de ser determinantes a partir de tres cuartos de campo.
En el Girona, una acción de Aday, que se revolvió bien dentro del área, fue la oportunidad más clara, pero su disparo, cruzado, se marchó fuera. En los visitantes, algo conservadores y sin conseguir intimidar, su aproximación más clara fue un cabezazo de Darwin a la salida de un saque de esquina.
En la reanudación el Almería dio un paso al frente. El cuadro almeriense se sacó la presión de encima y desplegó un juego algo más ofensivo. Darwin, el más activo en los visitantes, lo intentó en dos ocasiones y obligó a Riesgo a intervenir para evitar el tanto. El Girona fue claramente de más a menos, se desvaneció en el segundo período por momentos y salvó la imaginación de Samu Saiz.
Tan solo una acción aislada parecía que podía desequilibrar un encuentro tan igualado y así fue. Costas cometió un absurdo penalti sobre Valery por un codazo dentro del área y quién, sino, Cristhian Stuani, se encargó de transformarlo a falta de algo más de diez minutos para el final.
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