El mercado de comida callejera KERB, en el barrio de King’s Cross (Londres). alamy
1.080 chorros coreografiados
En el vibrante N1C (el nuevo código postal que le han adjudicado a la zona) hay mucho que ver y hacer. El centro de visitantes de King’s Cross propone tours guiados para entender la metamorfosis que ha experimentado el que hasta hace no tanto era un barrio degradado de dudosa reputación. El corazón del proyecto de regeneración es Granary Square, la plaza que desde 2011 alberga la sede de la reconocida escuela de moda Central Saint Martins. Y su principal atracción son sus fuentes de colores: 1.080 chorros coreografiados que en los días de calor se transforman en una piscina urbana improvisada, y que cualquiera puede controlar desde su teléfono móvil entre las cuatro y las cinco de la tarde a través de la aplicación Granary Squirt. Tras el chapuzón en las fuentes se impone un paseo por el Regent’s Canal, donde, además de contemplar las coloridas barcazas —algunas convertidas en casas—, hay dos paradas imprescindibles: la librería flotante Word On The Water, una embarcación de los años veinte con libros nuevos y usados y recitales de jazz y poesía, y el London Canal Museum, que explica la historia de las vías fluviales de la ciudad.
Las zonas verdes del barrio
Entre las zonas verdes de King’s Cross destaca el Gasholder Park, un césped circular rodeado por la estructura de un antiguo gasómetro victoriano y por una hipnótica instalación de espejos. O el tranquilo Lewis Cubitt Park, en cuya cima se ha instalado el Skip Garden (abierto de 10.00 a 16.00, de martes a sábado), un jardín comunitario donde cultivan frutas y verduras, ofrecen talleres de cerámica o cursos de yoga y cuentan con un café vegetariano con productos orgánicos. Y en 2020 reabrirá el parque natural de Camley Street, con su mirador flotante Viewpoint.
Con un puñado de puestos y food trucks que van rotando, KERB (de 12.00 a 14.00, de miércoles a viernes, en Granary Square) es un paraíso de la comida callejera. De viernes a domingo, el cercano mercadillo cubierto Canopy Market toma el testigo con sus tenderetes de ostras, sándwiches de queso a la plancha (cuidado, son adictivos) o cerveza artesana, y sus puestos de artesanía o joyas vintage. Justo al lado está House of Illustration, un museo dedicado a la ilustración y las artes gráficas que fundó el mítico dibujante británico Quentin Blake en 2014.
Un fresno fantasmagórico
El recorrido no puede dejar de lado la St. Pancras Old Church, cuya visita merece la pena no solo por la propia iglesia de origen medieval, sino sobre todo por su jardín-cementerio, donde se eleva el increíble Hardy Tree, un fresno de aspecto fantasmagórico cuyas raíces están totalmente cubiertas de lápidas. Las colocó en la década de 1860 Thomas Hardy, quien antes de escritor fue arquitecto, cuando la instalación de las vías ferroviarias obligó a trasladar parte de las tumbas del camposanto. Otra buena prueba de que los fantasmas del pasado siguen dotando de carácter a la especialísima atmósfera de este barrio.
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