Espectáculo Isak

Las concluyentes declaraciones de Alexander
Isak, en plena efervescencia tras el indudable éxito conquistado en el Metropolitano, asegurando sin lugar a la duda que se queda en la Real, son una de las mejores noticias que podía recibir el seguidor txuri urdin ahora que es tiempo de construir un nuevo proyecto.

El verano es tiempo de ilusionar a las aficiones con caras nuevas pero, especialmente en este estío en el que tantas son las dudas que rodean el fútbol, y a su formato a partir de septiembre, las certezas son igual de bien recibidas. O mejor. En ese capítulo de argumentos contrastados pocos maneja la Real mejores que el rendimiento de un Alexander
Isak cuya primera campaña como txuri urdin ha sido todo un espectáculo. El impacto que ha generado el atacante nórdico en su temporada de debut es comparable al que consiguieron algunos de los mejores delanteros extranjeros en la historia del club y sus números, en algunos apartados, incluso mejores.

Estelar en la Copa

Sólo el gran John
Aldridge supera los 16 goles oficiales en su primer ejercicio como jugador de la Real que ha logrado Isak en la campaña recién finalizada. El irlandés se fue hasta las 22 dianas en 34 partidos, apuntándose siete más que los nueve goles de Isak en Liga, pero marcando uno menos, seis, en Copa que los siete que ha hecho el veloz atacante de Solna en la competición del KO, en la que alcanzó su momento cumbre.

Los números de Isak
Los números de Isak

En estos más de 30 años que la Real lleva fichando extranjeros son varios los delanteros que se fueron por encima de los 10 goles marcados en su primera temporada en Anoeta. Meho
Kodro (13), Willian
José (12), Carlos
Vela (12), Dalian
Atkinson (12) o Gica
Craioveanu (11) vieron puerta con más asiduidad que Isak en Liga, si bien no presentaron una tarjeta de visita tan completa como la del sueco merced a que muchos no llegaron ni a estrenarse en Copa. Sólo Willian
José, con dos goles más en el torneo del KO para un total de 14, se acercó a los números de Isak en la 16/17.

Sin ser titular indiscutible

La gran diferencia en el caso del sueco, que pone aún más en valor su gran primer curso, es que la mayoría de goleadores de la Real de las tres últimas décadas contaron con el estatus de titular indiscutible del que no ha disfrutado Isak. El punta de origen eritreo sólo ha formado en el ‘once’ en 19 de los 44 encuentros que ha jugado, disputando únicamente en cuatro de ellos la totalidad de los minutos. El sueco ni siquiera ha llegado a jugar la mitad de los 4.050 minutos oficiales disputados por la Real y, pese a haber permanecido sobre el césped sólo el 48% del tiempo real de juego (1.974 minutos), su efectividad ha sido brutal.

Isak, de hecho, ha promediado un gol cada 123 minutos jugados lo que incluso mejora los 139’ de media que necesitó Aldridge para marcar un gol en su primer año. Grandes estrellas del club como Kodro (173’), Kovacevic (299’) o Nihat, aunque el turco llegó en plena temporada, presentan peores registros que un Isak que ha encandilado a la afición txuri urdin y que la próxima campaña deberá confirmar todo lo bueno hecho en la actual.

Sólo uno de sus 16 goles no sirvió para nada

Los goles de Alexander
Isak, además de evidenciar la gran efectividad del sueco en los minutos que ha jugado, han tenido la gran virtud de no caer en saco roto. Únicamente el tanto que anotó en Leganés, con el que la Real se adelantó en Butarque en Liga, no le sirvió a la escuadra txuri urdin que, gracias a la contribución de las dianas del sueco ha sumado 20 puntos en Liga.

Por otra parte, el pase a la final de Copa, en gran medida, lleva la firma de Isak, no en vano marcó en cuatro de las siete rondas, estando especialmente inspirado en las finales: sus cinco goles en dieciseisavos, octavos y cuartos, con la actuación estelar del Bernabéu, le convirtieron en el rey del torneo del KO.

Isak marcó siete goles antes del confinamiento. Por encima de todos destaca el ‘gol partita’ de Vigo (0-1) pero también contribuyó a los triunfos en Cornellà (1-3), El Sadar (3-4), Mallorca en Anoeta (3-0) y el derbi (2-1). También anotó el gol del empate ante el Barça en casa (2-2) y el referido de la derrota ante el Leganés.

Fue a más en la recta final

El parón pareció mermar algo sus facultades pero fue a más y en la recta final de la Liga reapareció en su mejor versión. Contra el Levante, en La Nucía, se marcó una genialidad de tacón, a lo Ibra, y antes, contra el Espanyol en Anoeta, anotó el gol de la victoria que certificaba la remontada ante el colista (2-1), un triunfo sin el que hubiera sido imposible lograr la clasificación para la Europa League.


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