Pamplona es bullicio y alegría en Sanfermines… y mucho más. Aunque la capital de Navarra no ha podido celebrar este año sus fiestas más internacionales, es un destino perfecto al que acercarse este verano. Te sorprenderá la vitalidad que desprenden sus calles adoquinadas del casco antiguo, repletas de cafés, terrazas y restaurantes donde saborear pinchos exquisitos.
También sus placitas rebosantes de encanto y sus monumentos centenarios, como la majestuosa Catedral de Santa María o las murallas, declaradas Monumento Nacional. Y su amplia oferta cultural, que se refleja en sus museos y en un sinfín de actividades de todo tipo: conciertos de música, obras de teatro (clásicas y contemporáneas), exposiciones, espectáculos… Algunas se celebran al aire libre. Otras, en centros como Baluarte, el Teatro Gayarre o el Navarra Arena. Y, como telón de fondo, los parques y la naturaleza que rodean el entorno de una ciudad tranquila, sin masificaciones.
Festival Flamenco On Fire.
Irrisarri Land, en Igantzi.
En estos paseos y excursiones descubrirás ríos, grandes caseríos, bosques llenos de vegetación, prados y pueblos pintorescos como Elizondo, Zugarramurdi, Ochagavía, Roncal, Iraizotz o Puente de la Reina.
Te cautivará la paz y la atmósfera que desprenden las casitas rurales ubicadas en lugares de ensueño como el Valle del Baztan, de Salazar o de Leitzaran, por ejemplo. Rincones donde sentir al máximo la esencia de la naturaleza y de la identidad navarra. Lo comprobarás cuando recorras la Selva de Irati, el segundo hayedo más grande de Europa, o te adentres por el patrimonio natural de Urbasa.
Las aventuras también ocupan un lugar central en este viaje. En Sendaviva, el mayor parque de ocio familiar de la península, te aguardan más de una treintena de atracciones para todos los públicos: montañas rusas, el mayor tubing recto de Europa, una pista de bobsleigh de un kilómetro, 800 animales de 200 especies (desde leones, nutrias y osos pardos a canguros wallaby o una pareja de tigres blancos)…
Otro parque espectacular es IrriSarri Land, con la tirolina más larga de Navarra (¡900 metros!), rutas por la naturaleza, paseos a caballo y multitud de actividades acuáticas.
Una última recomendación son los castillos de cuento que encontrarás en la provincia. Dos de estas impresionantes fortalezas se levantan al sur: el Palacio de Olite y el Castillo de Javier. Un viaje en el tiempo que te trasladará a la Edad Media.
En definitiva, planes familiares para todos los gustos y todas las edades, ideales para disfrutar del reencuentro y recargar energías alejados del estrés, la masificación y la rutina de la vida en la ciudad.
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