Carlos Sainz ya no sabe lo que hacer para que los problemas le dejen en paz. En 6 de 7 carreras de esta temporada, contratiempos ajenos a su pilotaje le han arrebatado decenas de puntos. En tres de ellas, los perdió en el pit stop: En la segunda carrera en Austria fue culpa de su equipo. En Hungría, le perjudicó el mucho tráfico que había en la calle de boxes para volver a salir a pista. Y en la quinta carrera del año, otra mala parada le arruinó sus opciones de acabar en los puntos. En la segunda cita de Silverstone, un problema de sobrecalentamiento de su motor le quitó velocidad punta en la misma pista en la que el fin de semana anterior se quedó sin poder poner la octava marcha por otro fallo. Y al llegar a Barcelona, montó su segundo propulsor del curso para dejar atrás los contratiempos.
Parecía que la suerte volvía a sonreírle y dejaba de amargarle el inicio de curso en su carrera de casa, con una cita limpia en la que incluso McLaren realizó buenas paradas con sus dos coches. Pero dos semanas después, el motor nuevo que montó en Barcelona falló en la vuelta de formación, algo que le dejó sin poder ni siquiera tomar la salida del GP de Bélgica en su pista favorita.
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“No os podéis imaginar lo poco contento y frustrado que estoy. En la vuelta a parrilla empecé a oler algo en el coche, olía fatal, y he mirado por el retrovisor, el escape echaba mucho humo y luego ha empezado a sonar como si el escape estuviese roto, y efectivamente estaba roto”, dijo el español a ‘Movistar F1’ en Spa-Francorchamps.
Un pistón, el culpable
“Creemos que el problema lo ha generado un problema… iba a decir en un cilindro pero no me lo dejan decir… en el motor. No estoy contento. Segundo año consecutivo que ni siquiera empiezo la carrera aquí en Spa, tercer año de mi carrera que no empiezo la carrera en Spa, porque ya me pasó en 2015, así que ya os podéis imaginar que en mi circuito favorito no poder empezar la carrera es muy frustrante”, añadió.
“Es curioso porque este motor iba muy bien. De hecho es la segunda carrera del motor y ya parece que no va a durar mucho”, agregó el ‘55’, esperanzado de que la mala suerte le deje en paz de una vez. “Lo malo es que no es el primer problema de la temporada. Llevamos una temporada que no nos está dejando puntuar ni nos está dejando mostrar nuestro ritmo. Por lo menos ayer me desquité con una buena ‘qualy’ y nada que hacer”, finalizó Sainz, con ganas de olvidar la jornada de este domingo.
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