El segundo debut de Àlex Carbonell

Fue uno de los canteranos promocionados por Luis Enrique, con el que era habitual en los entrenamientos del Barça en la campaña 2016-17 y que le hizo debutar con el primer equipo, y ahora, cuatro años después Àlex Carbonell (Cerdanyola del Vallès, 1997) se ha estrenado con el primer equipo del Valencia.

Fue en el amistoso del sábado ante el Levante y el catalán actuó como mediocentro, posición en la que se ha asentado en los últimos años tras haber llegado a hacerlo de delantero pero también de lateral.

Han pasado cuatro años desde que, en noviembre de 2016, Luis Enrique le alineara como titular en el choque de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey en el campo del Hércules. Su buen trabajo quedó algo eclipsado por el hecho de que el también canterano Carles Aleñà fue el autor del tanto que evitó la derrota (1-1).

Pero Luis Enrique antes ya había alineado a Carbonell en la final de la Supercopa de Catalunya contra el Espanyol y ya las sensaciones fueron muy buenas. De hecho, llegó a ir convocado en algunos encuentros de la Liga y la Champions esa campaña.

Pese a todo en ese verano de 2017 salió rumbo al Reus porque en el filial blaugrana no contaban con él, aunque el Barça se guardó una opción para recuperarlo que se planteó utilizar dos años después pero que finalmente no usó.

El doble debut con el Barça y el Valencia ha tenido un inesperado denominador común: el portero holandés Jasper Cillessen, que como él fue titular ante el Hércules y también ante el Levante pues ambos están ahora compartiendo la pretemporada a las órdenes de Javi Gracia en el Valencia.

“Que te ayude gente que lleva muchos años en Primera División te lo pone todo más fácil y ver cómo te arropan es de agradecer. Llevo poco tiempo aquí, pero la sensación que me ha dado es de ser un grupo muy bueno, la gente muy amable y solidaria con el compañero, y para los jóvenes eso nos da la vida”, señaló en los medios del Valencia.

Carbonell llegó al club de Mestalla el pasado verano pero lo hizo para salir cedido al Fortuna Sittard holandés, en el que, sin ser indiscutible, sumó minutos y experiencia. Ahora, tras el vacío dejado por los traspasos de Dani Parejo y Francis Coquelin y por las bajas temporales de Carlos Soler y Geoffrey Kondogbia, pelea por hacerse un hueco en el primer equipo.

Sus compañeros le recomendaron que jugara “para disfrutar y que pusiera mucho ritmo” y siguió sus consejos al pie de la letra. “Llevaba tiempo sin competir, porque la Eredivisie terminó muy pronto por el COVID-19, y aparte del ritmo, que es alto, acabé muerto”, confesó.


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