El presidente López Obrador encabezó por segunda ocasión en su mandato los festejos patrios, pero esta vez sin público y con un Centro Histórico resguardado por elementos de seguridad, debido a la pandemia.
Este 2020, sin duda, el desfile militar por el aniversario de la Independencia estuvo marcado por el tema del Covid-19, pues se realizó con sana distancia; en el contingente se destacó la labor del sector salud, educativo y empresarial ante la pandemia y, sobre todo, se premió la labor del personal médico en la lucha contra el coronavirus.
El presidente Andrés Manuel López Obrador presidió por segunda ocasión en su mandato los festejos patrios, pero esta vez sin multitudes a su alrededor y con un Centro Histórico resguardado.
En el templete, acompañaron a López Obrador su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller; la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum; algunos miembros del gabinete presidencial, representantes del Poder Legislativo y el Poder Judicial, y otros colaboradores cercanos.
“No se está invitando a toda la población, queremos que se vea a través de la televisión, internet. Va a haber una muy buena difusión, nos van a ayudar los medios de información convencionales para que se difundan. Va a haber toda una narrativa muy profesional de lo que conmemoramos”, dijo días atrás el presidente. “Estoy seguro de que le va a gustar a la gente lo que se está preparando”.
Durante la ceremonia, se entregó la Condecoración Miguel Hidalgo a 58 profesionales de la salud, personal de instituciones públicas y privadas, médicos y enfermeros, que han sobresalido en la lucha contra el coronavirus.
Tras los honores a la Bandera, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ofreció un discurso en el que destacó su trabajo en hospitales del IMSS, ISSSTE, Sedena, Insabi y Pemex.
“La nación les reconoce su heroísmo y compromiso, pues tal acto de autosacrificio y amor por el prójimo expresa de manera clara los valores que nuestro país ha enarbolado a lo largo de su historia”, expresó Sánchez Cordero.
Por la plancha del Zócalo y los alrededores, desfilaron 666 integrantes de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Nacional; 82 vehículos y 66 caballos. Además, sobrevolaron el área 54 aeronaves oficiales.
Como parte de las acciones para prevenir contagios y mantener la sana distancia por la pandemia, el acceso al Centro Histórico fue restringido por 22 horas, desde las 16:00 horas del 15 de septiembre hasta las 14:00 horas del día 16, con tres filtros.
Las autoridades colocaron vallas y personal del Ejército y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, de Palma a Correo Mayor y de Venustiano Carranza a Donceles; de Bolívar a Jesús María y de Belisario Domínguez a República de Uruguay, y de Avenida Circunvalación a Eje Central y de José María Izazaga a Héroes de Granaditas, donde además hubo cierre vehicular.
Para el desfile se mantuvieron todas las medidas sanitarias, pues se cuidó que todo el personal portara cubrebocas (incluso, del color del uniforme), usara gel antibacterial y guardara la sana distancia; además, se dejaron intervalos abiertos entre las formaciones de vehículos. Sin embargo, el presidente y su esposa no utilizaron cubrebocas.