José
Luis
Mendilibar tiene claro que el Eibar de esta temporada continúa en proceso de construcción y confía en poder llegar cuanto antes a ese punto que persigue desde hace semanas. “Ahora mismo no somos ese Eibar que queremos ser, estamos a medio hacer en todos los sentidos”, reconoce, haciendo hincapié en que aún quedan algunos fichajes por llegar y salidas por esclarecer.
Evidentemente, con un único empate en tres jornadas y sin conocer todavía el sabor de una victoria, la realidad actual del Eibar no invita al optimismo. El técnico de Zaldibar insiste en que “tenemos que mejorar como grupo”, dando a entender que “me preocupan muchos puestos”. Sin embargo, resta importancia al rendimiento individual, sin ir más lejos ha usado cuatro laterales izquierdos en 270 minutos, ya que lo entiende como una consecuencia del trabajo colectivo.
El Elche será el rival de este miércoles en Ipurua (2100 horas), un recién ascendido que hincó la rodilla contra la Real en su debut (0-3). “No será un partido fácil”, augura Mendilbar, que solo ha podido analizar dos encuentros del conjunto ilicitano: el estreno liguero y el partido contra el Barça del trofeo Joan Gamper. “Juegan con una línea de cinco atrás, otra de cuatro y un único hombre arriba. Esperan en su campo y están tomando riesgos en la salida del balón”, circunstancia que el Eibar podría aprovechar por su tendencia a ir a presionar arriba y robar.
Con una semana de tres partidos, el técnico apostará por las rotaciones, un sistema que en la recta final de la pasada temporada le funcionó a las mil maravillas. “Se parece a la situación de hace unos meses, cuando volvimos a competir tras el confinamiento. Nos salió bien cambiando a bastante gente y seguiremos jugando con los que más frescos estén”, anuncia.
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