LeBron James quiere vencer al Heat. Miami buscará derrotarlo a él.
Y nadie debe sorprenderse por esa aparente descortesía. Después de todo, hay en juego un título.
Pero quienes busquen algún motivo de rivalidad que vaya más allá de lo deportivo se sentirán decepcionados.
La serie final de la NBA comienza este miércoles por la noche, y el enfrentamiento entre James y Miami se configura apenas como algo más que un reencuentro entre los miembros de una sociedad que se profesan admiración mutua y que ahora serán rivales en busca de un campeonato.
James
busca colocar a los Lakers de Los Ángeles de regreso en la cima del
basquetbol, un sitio que no ocupan desde 2010. El Heat intentará coronar
una temporada sorprendente con la conquista el cuarto título en su
historia.
“Estoy
aquí por una razón y sólo por esa razón, que es la de competir por un
campeonato”, dijo James en la víspera del primer partido de lo que será
su décima final, durante la que persigue su cuarto anillo.
Se
hicieron al astro distintas preguntas sobre el tiempo que pasó en
Miami, su opinión sobre el entrenador Erik Spoelstra y el dueño Pat
Riley. Nunca mordió el anzuelo y sólo expresó cariño por los cuatro años
que pasó en Miami y por los dos títulos que conquistó el Heat durante
ese periodo.
“Ser parte de esa cultura me permitió crecer y ver lo que se necesitaba
no sólo para competir por un campeonato, sino para ganarlo”, dijo James.
“Así que definitivamente eso me puso en una situación en la que supe lo
que se requería. Vi lo que hacía falta. Pero simultáneamente yo me
adapté muy bien a esa cultura por lo duro que trabajé. Fue una
combinación perfecta, la de aquellos cuatro años”.
James
se marchó de Miami, y es asiduo protagonista de la final. Será su
quinta aparición en la serie por el cetro en las últimas seis campañas
tras su estadía con el Heat.
Miami
no había vuelto a la final desde que James se marchó. En ese tiempo, el
Heat emprendió un par de proyectos de reconstrucción y utilizó a 60
jugadores distintos a lo largo de seis temporadas.
Asimismo,
el Heat atestiguó la partida, regreso y retiro de Dwyane Wade, y el
final prematuro de la carrera de Chris Bosh por motivos de salud.
Spoelstra
diseña un plan de juego con la esperanza de limitar lo más que se pueda
a James. Pero eso no impide que el estratega hable con respeto sobre el
mejor jugador de los Lakers.
Famosos que son fanáticos de los Lakers de Los Ángeles
“Simplemente pienso que un testimonio de su grandeza está en la forma en que él ha podido sostener este tipo de éxito, un año sí y el otro también”, dijo Spoelstra. “Con diferentes uniformes, diferentes compañeros y diferentes equipos, esto habla de su compromiso. Él ha visto de todo. En este momento de su carrera sólo le importa ganar, y su capacidad de hacer lo que hace a su edad es algo muy poco común. Pero hay mucho trabajo detrás del escenario para continuar haciendo esto”.
Hay elogios mutuos.
“No
voy a sentarme aquí para fingir que no sé cómo es Spo”, dijo James
acerca del entrenador. “Es endemoniadamente bueno, si no es que
grandioso”.