Las patrullas del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia) que durante más de un año han custodiado la residencia del embajador español en Caracas, Jesús Silva, no se han movido. El celo con el que han cuidado la quinta donde durante 18 meses estuvo resguardado el opositor al chavismo Leopoldo López, luego de que el 30 de abril de 2019 lograra quitarse el grillete electrónico con el que permanecía en arresto domiciliario, se mantiene y ha ido más allá. Al abandono de Leopoldo López de la residencia diplomática le siguió este sábado una noche de allanamientos y detenciones. El opositor venezolano llegó este domingo a Madrid, donde se reencontró con su esposa Lilian Tintori, sus tres hijos y su padre, el eurodiputado Leopoldo López Gil.
Funcionarios del servicio de inteligencia se llevaron de su casa a Nubia Campos, una colaboradora cercana del político desde sus tiempos de alcalde de Chacao, que durante años estuvo a cargo de preparar la comida del conocido Programa Techo de atención a personas de la calle. La mujer cocinó para López durante su estancia en la Embajada. También se denunció la detención de dos escoltas vinculados a López y su esposa, Lilian Tintori. Fueron buscados en sus residencias en la zona de Caricuao, al oeste de Caracas. Seis vigilantes privados que trabajaban en las instalaciones diplomáticas y el coordinador de la empresa también fueron arrestados aunque a lo largo del domingo quedaron en libertad. Al mediodía del domingo se desconocía el paradero de estas personas y los motivos por los cuales fueron arrestados.
Pasadas las 10 de la noche del sábado, un comando del Sebin allanó sin órdenes judiciales un edificio de apartamentos en el este de Caracas, donde vive parte del personal de seguridad de la residencia diplomática española. Registraron las viviendas en busca de López, según informaron fuentes de la Embajada.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de España rechazó la actuación de la policía venezolana. “España condena las detenciones de personal laboral de su Embajada así como los registros producidos en domicilios de personal adscrito a la misma, actos que suponen un incumplimiento de las obligaciones contenidas en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”, expresó la Cancillería mediante un comunicado.
El partido de López, Voluntad Popular, también rechazó las detenciones de los colaboradores de su coordinador nacional y exigió la liberación de los arrestados. Una de las primeras reacciones al escape de López vino de Juan Guaidó, dirigente opositor y presidente de la Asamblea Nacional, quien alardeó de la falta de control del régimen de Nicolás Maduro. “Burlando tu aparato represivo, logramos sacar a territorio internacional a nuestro Comisionado para el Centro de Gobierno, Leopoldo López. Su aporte por Venezuela continua desde este nuevo espacio de acción”, tuiteó Guaidó, reconocido como presidente encargado del país por cerca de 60 países.
López estuvo tres años en la prisión militar de Ramo Verde y, tras una mediación del expresidente de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, otros tres en arresto domiciliario. Durante el fallido alzamiento militar del 30 de abril de 2019, López logró evadir la custodia policial y salir de su casa en complicidad con el entonces jefe del Sebin, Cristopher Figuera, quien desertó y huyó a Estados Unidos ese mismo día.
Hasta el momento, el Ejecutivo de Nicolás Maduro no se ha referido a la fuga de López, que por más de una década ha sido señalado como el principal adversario del chavismo. Solo Diosdado Cabello, número dos del régimen y presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, emitió comentarios este domingo al ser consultado sobre el tema durante un simulacro de los comicios del 6 de diciembre. “Los huéspedes no huyen. Estoy seguro de que el señor embajador lo acompañó hasta la puerta”, dijo Cabello, tras calificar al dirigente opositor de ladrón y cobarde. “Hay que ver a quién perjudica más eso. Leopoldo López siempre ha sido un problema de la oposición, no nuestro”.
Hace un año, el comisario Iván Simonovis también escapó de un arresto domiciliario, estando bajo custodia del Sebin, y huyó a Estados Unidos. A la fuga también siguieron detenciones de su entorno, incluida la de la española Antonia Turbay, vecina de Simonovis, que estuvo presa más de un año y fue liberada en agosto durante la concesión de indultos a 110 presos políticos.
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