El entrenador del
Atlético de Madrid
, el argentino Diego Pablo Simeone, explicó que el juego más ofensivo que ha mostrado el equipo en este arranque de temporada “se genera a partir de la presencia de Luis Suárez”, ya que el uruguayo Es toda una rareza que un delantero con sus números, lleve una sequía tan prolongada de goles a domicilio
Una buena noticia para un Luis Suárez que regresa al equipo tras perderse el choque contra Osasuna, en el que se prefirió que descansase porque venía de una racha de grandes esfuerzos muy continuados.
Buena noticia, la del regreso del delantero uruguayo, que tiene una cuenta pendiente con la Liga de Campeones. Y es que si hay un frente que se le está resistiendo al delantero, ése es el de los partidos de la máxima competición continental que su equipo juega fuera de casa.
Es toda una rareza que un delantero con sus números, lleve una sequía tan prolongada de goles a domicilio en una competición que domina a la perfección. No olvidemos que ya la ganó en su día con el Barça.
El caso es que lleva 22 partidos sin poder marcar fuera de casa en partidos de Liga de Campeones. En total, 32 horas y 46 minutos. Forma parte de una corta lista de delanteros que han sobrepasado los 20 partidos sin ver puerta lejos de su estadio, en Champions. No hace un gol a domicilio desde 2015. Cinco años.
Algunos dirán ‘no es cierto’, marcó en Lisboa en la fase final de la Liga de Campeones del curso pasado. Y no se equivocarán, pero a efectos de la UEFA, los partidos que son en territorio neutra, como sucedió en la zona decisiva del anterior torneo, que se jugó en Portugal, no se computa como partidos como local o visitante porque precisamente se juegan en campos neutrales, más allá de que nominativamente, tal o cual equipo ejerza como anfitrión.
El delantero uruguayo ha superado a Nwankwo Kanu, que estuvo desde 1999 a 2004 sin marcar en Champions, como visitante, en el Arsenal. Y a Arif Erdem, que estuvo desde 1993 a 2001 sin ver puerta con el Galatasaray.
En el anterior partido lejos de casa del Atlético, el que se disputó en Múnich, Suárez tuvo un par de ocasiones para haber roto el maleficio. Nada más comenzar, que Correa le puso un balón perfecto para empujarlo pero él no leyó bien el movimiento de su compañero y no llegó; y sobre todo una jugada en la segunda mitad con una triangulación que acabó con un centro para él que remató fuera de primeras, cerca del palo de Neuer. Veremos si se acaba este maleficio.
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