Los mejores trucos para proteger la piel del frío en otoño e invierno

El otoño es una de las épocas más complicadas para el cuidado de la piel por varios motivos. En primer lugar, se hacen notorios los daños que la piel ha sufrido en verano por los rayos solares, el cloro y el salitre del agua del mar. Y, en segundo lugar, la bajada de temperaturas provoca sequedad e irritación. Por esto es tan importante proteger la piel del frío.

El frío es uno de los grandes enemigos de la piel, sobre todo en zonas como el contorno de ojos, que es muy fino y extremadamente sensible. Los vasos capilares se contraen, y la circulación se ve afectada. Esto provoca que las células reciban menos nutrientes y oxígeno, ralentizando la renovación celular. ¿El resultado? Una piel apagada, sin vida. A esto hay que sumar que las bajas temperaturas tienen como consecuencia falta de hidratación y nutrición.

Alimentación saludable y equilibrada

A la hora de proteger la piel del frío durante los meses de otoño e invierno lo primero y más importante es llevar a cabo una alimentación saludable y equilibrada, que le aporte al organismo los nutrientes que necesita. Lo mejor es evitar el consumo de alimentos ultraprocesados y ricos en grasas trans, y apostar por frutas y verduras de temporada.

En otoño, las verduras de temporada son: coliflor, alcachofas, calabazas, espinacas, pimientos y berenjenas, entre otras. Las setas también son un alimento muy apreciado en la cocina en esta época del año. Son muy ricas en proteínas, vitaminas del grupo B y minerales.

Piel limpia

La limpieza facial hay que realizarla dos veces al día, por la mañana y por la noche, con un producto adecuada para cada tipo de piel. Lo ideal es que sea un gel limpiador suave formulado con ingredientes naturales, sin parabenos ni químicos que pueden irritar la piel. Si no se eliminan las impurezas y las células muertas acumuladas, los poros terminan obstruyéndose, impidiendo así que la piel pueda respirar.

Hidratación

Para proteger la piel del frío en otoño e invierno, la crema hidratante debe tener principios activos reparadores y regenerantes. También es muy recomendable que tenga FPS 10 o 15. Ahora es más importante que nunca cuidar las manos porque son muy sensibles al frío. Lo ideal es utilizar una crema hidratante de manos varias veces al día y, además, una crema hidratante y regenerante justo antes de irse a dormir para que actúe durante la noche.

Temperatura agradable

Y, por último, en la medida de lo posible hay que evitar los cambios bruscos de temperatura. Las calefacciones concentran el calor y producen más irritación y sequedad en la piel. La temperatura idónea durante el día es de 22 grados. Ocurre lo mismo a la hora de ducharse o de bañarse. Hay que hacerlo con agua tibia, no con agua caliente.




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