La igualdad sigue siendo una de las asignaturas pendientes en el sector legal. Según un estudio elaborado por CincoDías, el porcentaje de socias en los grandes despachos se sitúa en el 19%, una cifra muy alejada de casi el 50% de abogadas que trabaja en las plantillas de las firmas. Sin embargo, la existencia de un techo de cristal en los bufetes no conlleva, necesariamente, que se produzcan otras formas de discriminación como la salarial.
Como revelan los informes de información no financiera de Garrigues, Cuatrecasas y Uría Menéndez correspondientes al ejercicio 2019, las diferencias retributivas entre hombres y mujeres en los tres grandes despachos son mínimas. De hecho, en algunas categorías, incluso, cobran más de media las mujeres que los hombres.
Sueldos elevados
Estos documentos detallan que el salario medio de los abogados de las tres grandes firmas nacionales oscila entre los 60.000 y los 70.000 euros, pudiendo superar los 190.000 para los que ocupan una posición más elevada dentro del bufete.
Por sexos, mientras que las abogadas de Garrigues cobran, de media, 61.716 euros anuales, los letrados reciben 67.639 euros. En Uría, la desigualdad es un poco mayor: 60.322 euros al año para ellas, frente a los 69.324 de ellos. En Cuatrecasas, en cambio, la balanza se inclina a favor de las mujeres, que perciben 65.142 euros anuales. Un sueldo muy similar al de sus compañeros varones, con 65.031 euros.
Al contrario de lo que sucede en otros sectores de actividad, las nóminas de los hombres y mujeres que ocupan altos cargos no presentan una gran distancia. En 2019, Uría pagó a sus consejeras y directivas un sueldo medio de 144.045 euros al año, mientras que sus compañeros ingresaron 152.160 euros. La diferencia existe, pero es muy inferior a la que reflejaba el informe el año anterior: 190.000 euros ellos y 140.000 euros ellas.
En el caso de Cuatrecasas, de nuevo, son ellas las que perciben mayor retribución. Según su documento, el despacho abonó a sus altos cargos mujeres una media de 175.297 euros anuales, frente a los 158.735 euros de los hombres.
Brecha salarial ajustada
Las memorias también dan información sobre las diferencias entre los sueldos de hombres y mujeres dentro de un mismo nivel de experiencia (brecha salarial ajustada). La conclusión se repite: las desigualdades son mínimas e, incluso, en algunos casos resultan favorables a las mujeres.
Según los datos proporcionados por Garrigues, en la categoría de júnior, la brecha es casi inexistente, 0,2%, mientras que para los cargos de asociado sénior y principal, las mujeres presentan una ventaja de poco más del 2%. Por otro lado, en Cuatrecasas la distinción es imperceptible en todos los niveles salvo en el de consejero, donde las abogadas cobran hasta un 10,4% más. En Uría, la diferencia roza el 2,5% a favor de los varones. Unos datos muy alejados de la brecha salarial del conjunto de la economía española, que, según el Ministerio de Trabajo, es del 22%.
Presencia masculina en la cúspide
No obstante, los porcentajes cambian al analizar las diferencias entre lo que cobran el conjunto de hombres y mujeres, sin importar su puesto. Así, en Uría, los abogados ganan casi un 15% más que ellas. En Garrigues, un 4%; una cifra positiva teniendo en cuenta que el año pasado la diferencia era del 7,8%. En Cuatrecasas, en cambio, ellas cobran alrededor de un 9% más.
Como explican desde Uría, esto se debe a la composición de la plantilla, en la que el colectivo de los hombres “tiene mayor antigüedad y es más numeroso en posiciones jerárquicas altas”. Algo similar a lo que sucede en Garrigues, en donde afirman que, aunque la igualdad entre sexos en las promociones es uno de sus objetivos, es algo que “todavía no se refleja en la composición histórica de los diferentes niveles de experiencia”.
Promoción femenina
Para poner solución a esta realidad, Garrigues relata que realiza un seguimiento de los ascensos en la carrera profesional y ha impulsado varias iniciativas para fidelizar el talento femenino. En esta línea, Cuatrecasas aplica desde hace unos años el principio de priorizar el nombramiento de mujeres cuando hay diversos candidatos con las mismas características. Asimismo, ofrece la posibilidad a las asociadas con hijos de reducir un 5% su objetivo de horas facturables y dedicar ese tiempo a su desarrollo profesional.
Aunque hay intención de cambiar, los resultados dejan mucho que desear. Así, de los diez nuevos socios ascendidos en Cuatrecasas en 2019, tan solo una era mujer. Por su parte, Garrigues realizó 15 promociones, de las cuales tan solo dos fueron socias. Uría Menéndez es el único despacho que muestra paridad en este sentido: en 2019 nombró seis nuevos socios; tres mujeres y tres hombres.
Una de las explicaciones a la falta de promoción femenina es la escasa presencia de letradas a medida que se suben puestos dentro del despacho, lo que redunda en un menor número de candidatas a socia. No obstante, cada vez más abogadas entran a trabajar a estos bufetes. Sin ir más lejos, en 2019 los tres despachos incorporaron a más mujeres que hombres. Cabe esperar que con el paso de los años se vaya avanzando en la paridad en los puestos directivos.
Garrigues: programas de ‘mentoring’ para ellas
Al ver la composición de la mayoría de los despachos, llama la atención cómo los primeros escalones de la pirámide que conforma la carrera profesional (júnior, asociado y asociado sénior) no presentan grandes diferencias de género entre abogados. De hecho, es habitual que las mujeres superen a los hombres. No obstante, el número de letradas se va reduciendo al subir niveles, para ser casi ínfimo en la cúspide. Ejemplo de ello son los datos de la plantilla de Garrigues. La firma cuenta con 179 varones y 186 letradas en el cargo de asociado sénior. No obstante, en el nivel superior, el de asociado principal, ellos ocupan el 60% (100 hombres y 68 mujeres). En la sociatura, el porcentaje de abogadas se desploma hasta el 16%, mientras que ellos copan el 84%. En concreto, el despacho cuenta con 263 socios hombres y 50 mujeres.
Una de las soluciones que plantea la firma es su programa de mentoring, que tiene la finalidad de apoyar a las profesionales y proporcionarles herramientas y metodologías que favorezcan su desarrollo en la firma. En 2019, participaron 46 abogados del despacho (23 mentores y otros tantos “alumnos”).
Cuatrecasas: reducción del objetivo de facturación a madres
Uno de los obstáculos que encuentran las mujeres para poder llegar a puestos de poder es la dificultad a la hora de conciliar. Al fin y al cabo, el contexto social pone más presión sobre ellas a la hora de asumir las cargas familiares, por lo que alrededor de los 30 años son muchas las que se apartan de la profesión o reducen su jornada al no poder compaginar su vida familiar con la profesional. Prueba de ello es que, durante el año pasado, 9 abogadas de Cuatrecasas abandonaron el despacho después de haber sido madres, mientras que por paternidad solo se registró un caso. Por otro lado, en ese periodo se incorporaron 53 mujeres que habían estado de baja por maternidad, frente a 29 hombres.
Para abordar esta realidad, el bufete ofrece a las asociadas con hijos reducir un 5% sus objetivos de facturación para dedicar ese tiempo en su desarrollo profesional, en especial la vertiente comercial. El año pasado, 10 mujeres con el cargo de asociadas se apuntaron a este programa, frente a las 38 asociadas principales. En la categoría de asociada sénior, se apuntaron un total de 19 madres.
Uría Menéndez: por la igualdad de género en los ascensos
La carga de trabajo y la alta exigencia de disponibilidad dificultan sobremanera la conciliación, lo que, a la vez, empuja a muchas profesionales a abandonar las grandes firmas. Esto se traduce en una menor presencia femenina en los escalones más altos de los despachos.
Para aumentar la presencia femenina en su cúpula, Uría Menéndez aprobó en 2019 una modificación de las reglas del plan de carrera que permite retrasar hasta dos años la candidatura a socios a los letrados que acaban de ser padres o madres. Además, están poniendo un énfasis especial en que los nombramientos de puestos de mayor nivel sean lo más equitativos posibles. Prueba de ello es que en 2018 ascendieron a cinco abogados a la categoría de socios, dos de ellos mujeres. El año pasado, alcanzaron la paridad al promocionar a este cargo a tres abogados y otras tantas letradas.
A pesar de ello, queda mucho por hacer. La conciliación en este sentido es clave. Así, en Uría, el 17,9% de las abogadas realiza una jornada reducida, frente al 0,8% de los hombres; la mayor parte de ellas tienen entre 40 y 50 años.
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