El diseño de la plantilla albiazul parece el adecuado para pelear con garantías por la permanencia. Salvo el tropiezo frente al Elche en Mendizorrotza, el Alavés se está mostrando muy eficiente contra sus adversarios directos. En sus duelos ante Athletic, por el momento en zona de peligro, Valladolid y Levante, ha sumado siete de los nueve puntos que acumula en esta Liga. Contra los equipos de su Liga, ha exhibido hasta la fecha sus mejores prestaciones.
La tabla de Primera División debe aclararse en las próximas jornadas. Ahora mismo, la zona media-baja se encuentra muy comprimida, con sólo dos puntos de diferencia entre el octavo, el Barcelona, que suma once, y el decimosexto, el Eibar con 9. En este grupo se encuentra el Alavés, que igualado con armeros y Athletic, aventaja en tres puntos a los tres equipos que, ahora mismo, cierran la tabla ocupando las plazas de descenso.
Competitivo
Con una trayectoria claramente ascendente, el equipo gasteiztarra ha plantado cara a sus rivales en siete de los nueve partidos disputados. Sólo ante Villarreal (3-1) y Elche (0-2), se vio superado. Cabe destacar que, ante los ilicitanos, los múltiples problemas en defensa –Laguardia y Lejeune actuaron mermados y Rubén
Duarte fue baja por sanción- le pasaron factura.
Precisamente el Elche ha sido hasta la fecha el único de los candidatos a la permanencia que ha vencido con claridad a los babazorros. Ha sumado siete puntos en sus últimos cuatro duelos y, con once, es uno de los equipos del grupo mencionado que pelean por asentarse en la zona media de la clasificación.
Aunque sólo sumó un punto en sus cuatro primeros compromisos, el Alavés sí compitió ante tres de sus rivales. Los graves errores defensivos le condenaron frente a Betis (0-1) y Granada (2-1) y supo sufrir para mantener un punto ante el Getafe en Mendizorrotza (0-0).
Tras verse superado por el Villarreal en la cuarta jornada (3-1), el equipo comenzó a crecer frente al Athletic (1-0). En las segundas partes de sus partidos ante los leones y el Valladolid (0-2) ha ofrecido su mejor nivel hasta la fecha. Después, ha sido capaz de salvar un punto frente al Barça con uno menos desde el minuto 62 (1-1) y supo sufrir para paliar la expulsión de Edgar
Méndez en el 34’ para mantener un punto en su última comparecencia en el Ciutat de Valencia (1-1). Queda claro que, con Pablo
Machín, el equipo ha recobrado el gen competitivo que le caracterizó hasta la llegada de la pandemia.
Lucas Pérez, termómetro
Aunque el técnico soriano ha logrado que su escuadra vuelva a destacar como bloque, el estado del coruñés, pieza fundamental en ataque, incide en el rendimiento del equipo. Cuando él está bien, el Alavés carbura y crea ocasiones. Si no, sufre mucho para llegar al área rival con peligro.
Así, los mejores momentos de los babazorros coinciden con sus fases más brillantes. El gallego ha demostrado estar dispuesto a ejercer de líder en ataque, sobre todo hasta que Jota
Peleteiro se acople y adquiera el ritmo necesario para sumarse la dupla letal integrada por Lucas
Pérez y Joselu.
Al margen de destellos puntuales, el Alavés ha ofrecido sus mejores momentos en las segundas partes de los encuentros ante Athletic y Valladolid. En el derbi, la entrada de Lucas
Pérez al descanso resultó capital para que el equipo diera un paso adelante. Con su concurso, pasó a llevar la iniciativa del choque y a merodear con peligro la portería de Unai
Simón.
En Valladolid, fue el principal protagonista en una jornada en la que se le negó el gol. Provocó en el minuto 21 el penalti que originó la expulsión de Nacho y marcó el partido. Aunque falló la pena máxima y vio cómo se le anulaba un golazo, ese día se entendió a la perfección con Jota
Peleteiro para, en la segunda mitad, dinamitar la defensa de un contrincante con diez.
Frente al Levante fue también decisivo. En el minuto 4 aprovechó una fantástica asistencia de Edgar para marcar el 0-1 y, cuando el equipo se quedó con diez, se sacrificó en defensa como uno más hasta que su tobillo dijo basta.
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