Desde una plantación en el sur de Belice que sigue elaborando el cacao según la tradición maya, hasta el toque ‘chic’ del Salón del Chocolate de París o un parque temático dedicado al chocolate en Hershey (Pensilvania), diez destinos imprescindibles para los amantes del dulce más universal.
01 Arte y diseño
BÉLGICA
A los belgas el chocolate les gusta casi tanto como la cerveza. En Bélgica se fabrican 172.000 toneladas al año, que se venden en más de 2.000 tiendas. Y no es un chocolate cualquiera; en Flandes viven algunos de los chocolateros más creativos del planeta. El chocolate está en constante evolución en este país, con maestros que mezclan y combinan sabores como el cigarro puro, la coliflor, el guisante, el chile o el wasabi. Entre los fabricantes más populares están Leonidas – el creador del praliné que celebra este año el centenario de su nacimiento -, Neuhaus y Galler.
Se recomiendan especialmente las llamativas creaciones de Hans Burie en Amberes (Korte Gasthuisstraat, 3) y los productos de inspiración oriental de Laurent Gerbaud en Bruselas (Centre Dansaert, Rue d’Alost, 7).
02 El país del chocolate
GHANA
La próxima vez que se coma chocolate hay que pensar en Tetteh Quarshie, posiblemente, el hombre que más ha contribuido a la producción moderna de este dulce. Trajo semillas del árbol del cacao de la isla de Fernando Pó en 1876 y las plantó en Mampong, convirtiendo a Ghana en uno de los principales exportadores de cacao (aún produce el 21% del cacao mundial).
Se recomienda visitar la granja Quarshie, la principal plantación de cacao de Ghana.
03 Chocolate a la antigua
SUR DE BELICE
Al principio existía la vaina, y la vaina era buena… Antes de que Colón perdiera el rumbo de camino a Indonesia, los mayas comían xocolatl y kukuh, bebidas amargas y especiadas elaboradas con las habas de cacao. Hoy, los productores de cacao de Belice tienen un nuevo aliciente en sus vidas gracias a Green & Black’s, cuyas tabletas Maya Gold se basan en la receta de kukuh. Hay que visitar la plantación de Cyrila Chocolate para probar el chocolate a la antigua.
Se puede visitar la plantación de Cyrila con la Toledo Cacao Growers Association.
04 Paraíso inglés para ‘chocoadictos’
BOURNVILLE (INGLATERRA)
Aunque no es la fábrica de Willie Wonka (el personaje de Charlie y la fábrica de chocolate de Roald Dahl), el Cadbury World de Bournville, en Birmingham, permite babear frente a grandes cubas de delicia líquida y observar desnudas tabletas correr hacia las máquinas de empaquetado. La fábrica de 1879 fue revolucionaria; gracias a la popularidad (y disponibilidad) del cacao, la familia Cadbury trasladó su producción del centro de la ciudad a las afueras, construyendo una miniciudad que proporcionaba alojamiento, educación y jubilación a sus trabajadores.
Cadbury World está a 15 minutos a pie de la estación de tren de Bournville (Inglaterra).
05 ¿El primer chocolate sólido…?
TURÍN (ITALIA)
Desde que el duque Filiberto presentó a la corte turinesa la dulce bebida de los aztecas, descubierta durante la conquista de América en el siglo XVI, la ciudad italiana se convirtió en devota del chocolate; dicen que fue aquí donde a finales del siglo XVIII se consiguió la transformación del chocolate al estado sólido. Sus grandes avenidas y plazas están llenas de chocolaterías de calidad, como la de Guido Gobino (Via Cagliari, 15b), maestro de la gianduia, maravillosa combinación de avellana y chocolate que es un símbolo culinario de Turín desde 1867.
El Cioccolatò, la feria del chocolate de Turín, de tres semanas, se celebra en marzo.
06 Donde el chocolate subió a las montañas
SUIZA
En los Alpes no se puede cultivar cacao, pero este país tiene el mayor consumo per cápita de chocolate del mundo, y algunas de las marcas más famosas: Lindt, Nestlé, Suchard y Toblerone. La fama del chocolate suizo se remonta al siglo XIX gracias a pioneros como François Louis Cailler, Phillipe Suchard, Henri Nestlé, Jean Tobler, Daniel Peter o Rodolphe Lindt. Calliers fundó la primera fábrica de chocolate en 1819, cerca de Vevey. Daniel Peter le añadió leche en 1875 y Lindt inventó la máquina caracola, que aireaba la masa mientras le daba vueltas, permitiendo que el chocolate se derrita en la boca.
Se puede visitar la fábrica de Nestlé-Callier que hay cerca de Gruyères o comprar pralinés y trufas hechos a mano en alguna de las tiendas Sprüngli, la compañía que lleva trabajando el cacao desde 1836. También se puede viajar en el Tren del chocolate – a bordo de un vagón de la belle époque– hasta una fábrica Callier en Broc, cerca de Montreux; probar en San Galo (Gallusstrase, 20) el inigualable chocolate a la taza y las trufas de La Chocolaterie, o visitar el museo del Cioccolato Alprose en Lugano (Via Rompada, 36), para hacer una cata y conocer su historia.
Hay tiendas Sprüngli en Zúrich, Basilea, Zug, Winterthur y Glattzentrum.
07 La avenida del chocolate
HERSHEY (PENSILVANIA, EE UU)
Bienvenidos al lugar más dulce de la Tierra (según ellos). Esta ciudad con aroma a chocolate, sede del imperio Hershey, es tan empalagosa como las películas que hicieron que los niños de todas partes pidieran esta marca. La institución ha creado un complejo de ocio relacionado con el chocolate. El punto fuerte es Hershey Park, con más de 60 atracciones, un zoo, un parque acuático, actuaciones y espectáculos de fuegos artificiales. También podremos confeccionar nuestra propia tableta de chocolate en el Hershey’s Chocolate Word, un simulacro de fábrica y tienda con chocolate gratis a montones.
Por supuesto, también se puede visitar el museo dedicado al señor Hershey (63 West Chocolate Avenue).
08 Posiblemente, el mejor chocolate del mundo
ISLA DE GRANADA (CARIBE)
Desde Saint George, capital de la caribeña isla de Granada, hay que conducir a través del brumoso bosque del Parque Nacional Grand Etang hasta la zona de Saint Patrick, en la costa norte, cuna del que posiblemente sea el mejor chocolate del mundo. La minúscula Grenada Chocolate Company fabrica tabletas y cacaos premiados de manera ética: las habas se cultivan, recolectan, procesan y empaquetan en la fábrica-casa familiar. Se puede pasear por entre las plantas de cacao y luego probarlo. El chocolate de los supermercados ya nunca será lo mismo.
Grenada Chocolate Company se encuentra en Hermitage, en St. Patrick.
09 Chocolate ‘chic’
PARÍS
Chocoadictos, bienvenidos al paraíso. Las mejores creaciones están en las tiendas Maison du Chocolat, de Robert Linxe. En cualquier chocolatería (como Chez Angelina) es posible tomar un tentempié y se puede reservar una clase de cocina con cacao en la Escuela de Gastronomía Lenôtre.
Y cada mes de octubre se celebra en París el Salon du Chocolat.
10 Chocolate criollo
VENEZUELA
Los puristas saben que la mejor variedad de cacao es el criollo, con su sabor persistente a vainilla, caramelo y nueces. En Venezuela, en la península de Paria (llamada la costa del Chocolate) se halla el origen de estas codiciadas habas. Las mejores se cultivan en granjas familiares como la Hacienda Bukare. La familia Esser ofrece visitas a su plantación y sabrosas catas. Es una fácil excursión desde Río Caribe: antes de llegar a la playa, encontraremos esta plantación de cacao de cultivo ecológico (Chocolates Paria).
La Hacienda Bukare está más arriba de Río Caribe; por Playa Medina, Chacaracual.
Estas recomendaciones para viajar con el paladar por todo el mundo y otras muchas están recogidas en el libro ilustrado Cocinas del Mundo (de Lonely Planet- GeoPlaneta). Más información en www.lonelyplanet.es
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