Si bien las familias estadounidenses se preparan para conmemorar el Día de Acción de Gracias bajo las restricciones sanitarias y el límite de asistentes por fiesta, eso no les impide esmerarse al cocinar el tradicional pavo horneado acompañado con puré de papas y pan de maíz, entre otros acompañantes.
Pero muy pocos saben que el plato insigne de la cena tuvo su origen en Mesoamérica, en específico en en el centro de lo que hoy es México. La Meleagris gallopavo mexicana es la especie de la cual derivó el pavo moderno y se crió desde hace más de 2 mil años en la región mesoamericana.
Existe evidencia arqueológica de que el guajolote, como se le denomina en México, era criado de forma doméstica durante la época prehispánica y colonial. Los investigadores mexicanos descubrieron la cría de esta ave en particular en la zona de influencia de la cultura teotihuacana en el periodo clásico del año 300 al 900 d.C.
Guajolote (huexolotl) es una locución náhuatl que se deriva de hueyi (grande, gigante) y xólotl (monstruo, monstruoso, deforme), por lo que su significado podría ser gran monstruo o ave monstruosa. Xólotl, una deidad de la cosmogonía nahua, era el hermano gemelo de Quetzalcóatl, y se representaba como perro. Era considerado el dios del juego de pelota, patrón de los brujos y se le vincula con el fuego y su creación.
El vocablo xolo significa en náhuatl “deformidad”, “monstruosidad” o “monstruo” y se relacionaba con las características físicas de personas o animales, como en el caso del huexolotl.
El huexolotl destaca en la leyenda de los cinco soles de la cosmología prehispánica, en la cual el dios Xólotl se transforma en guajolote para huir del sacrificio durante la creación del mundo.
Los arqueólogos mexicanos indican que el pavo fue parte de la cotidianidad durante la época clásica de Teotihuacán y de ese punto su crianza se extendió a otras regiones mesoamericanas. Fue conocido en el resto del mundo durante la época colonial de la Nueva España, en 1521.Los españoles lo llevaron a Europa, donde su crianza y consumo se extendió a otras regiones del continente. Un dato curioso es que el pavo llegó a Inglaterra desde la región turca de lo que hoy es Estambul, por ende, fue nombrado “turkey coq”, o gallina turca.
Los colonos que emigraron de Inglaterra llevaron el pavo de regreso a Norteamérica en el siglo XVII.
En los Estados Unidos son comunes otras variedades silvestres de Meleagris gallopavo, pero la crianza en granjas se centra en el pavo de plumaje blanco, a diferencia de la de México y Centroamerica, que tiende a ser de plumaje verdoso y negro.