No pasará a la historia el partido del Bilbao Basket en Bolonia, aunque técnicamente lo sea al tratarse de la primera victoria de los hombres de negro en la Basketball Champions League.
No lo hará porque se vio a dos equipos que viven su particular via crucis. La Fortitudo en pleno cambio de técnico, último en su liga y con una falta de espíritu preocupante. Y del otro lado, un Bilbao Basket herido en su orgullo por la forma en que perdió a Balvin y Serron, además de ante el Estudiantes.
Partido pues difícil de jugar y que se llevaron los de Álex Mumbrú porque supieron jugar mejor los momentos decisivos. Hakanson desde el tiro libre, Brown con un triple salvador y, durante todo el partido, Dos Anjos en franca mejoría.
Poco más se puede pedir a los MIB. Sí, que Kulboka se implique un poco más. Pero no es el día para tirar de las orejas. Los bilbaínos saben ganar también en Europa y es el momento de estar totalmente enfocado en Zaragoza, partido clave, vital y en el que no podemos ver desconexiones defensivas. Los maños no regalarán tantos balones como los italianos.
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