El jefe del área deportiva de la Real está “contento” por haber estampado su firma en un nuevo contrato que le une al club hasta 2024. Roberto
Olabe expresa la felicidad que siente a su manera. Con términos casi poéticos, sólo para los medios oficiales y en solitario, en uno de los laterales de un Anoeta vacío. En su ideario prevalece el objetivo de construir un proyecto que se escriba con palabras mayores.
No se puede entender de otra manera el mensaje más ambicioso que Olabe cita textualmente: “Queremos seguir aspirando a ser campeones”. La mezcla idónea para el máximo responsable deportivo es pensar en el futuro inspirándose en los pasajes más gloriosos del pasado. Olabe habla de “coger como modelo muchas cosas de nuestra historia”.
“Ilusionado por poder seguir aportando y colaborando en el proyecto de un club centenario”, Olabe declara que se encuentra “con mucha energía” en su camino de liderar el área deportiva del club. Al gasteiztarra le gustaría que “eso de la ambición no se convirtiera en un pose”. Para dar forma a los objetivos que plantea, mira a la cara a toda la familia de la Real. “Lo mejor que nos puede ocurrir es que la gente esté orgullosa de nosotros”, señala.
Olabe habla de la Real en términos de “club campeón” del que destaca su “soporte social y ciertos pilares muy definidos respecto al proyecto de desarrollo de los jóvenes y la relación con nuestra gente”. Para que las características que realza Olabe se traduzcan en éxito, el director de fútbol fija la mirada en el “modelo de juego”, que “nos obliga a ahondar en cómo ser mejores”.
Volver a vibrar, sufrir y disfrutar a la vez
La doble renovación anunciada el miércoles por Jokin
Aperribay llega en plena racha negativa, con tres derrotas seguidas como contexto adverso más reciente. “Los partidos nos tienen que dejar algo más que el resultado” según Olabe. La Real sigue por la buena senda porque “ver cómo nos preparamos para jugar y competir, cómo afrontan los jugadores los retos, es algo bonito y bueno”, cree el gasteiztarra. “Cada oportunidad de medirnos a los mejores es un estímulo”, afirma, Olabe, partidario de “prepararnos bien para merecer ganar”. El ejecutivo traspasa la frontera de la victoria de un domingo cualquiera y se pregunta: “¿Por qué no merecer eso que nos estamos imaginando?”, reflexiona el alto.
La afición tiene un hueco reservado en la mente de Roberto
Olabe. Hay que pensar en ella cada minuto, ya que “ha sido clave en el nuevo estadio reconstruir nuestra relación con la gente, regenerar los vínculos emocionales desde el juego”. El exportero apuesta por “volver a vibrar, sufrir y disfrutar juntos” y, a nivel más competitivo que otra cosa, desea que “las experiencias nos hagan seguir madurando, creciendo y ganando”, siempre “aspirando a más”, matiza. “Sin duda, el mayor de los deseos es que lo podamos compartir con nuestra gente. Como antes fue, como siempre fue y como queremos que siga siendo”, desarrolla Olabe con estilo propio.
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