La inminente salida de Luka Jovic rumbo al Eintracht de Frankfurt en calidad de cedido es el episodio que confirma que el conjunto blanco trata de salvar la inversión de 60 millones que realizó en el verano de 2019 por el serbio y que no ha salido del todo bien. Tan solo 2 goles en un año y medio.
Se busca pues que, a base de minutos, el delantero coja confianza para volver más fuerte a liderar al equipo de Zidane en el futuro. Es una técnica que los blancos siguen con frecuencia y que tiene resultados diversos.
Por un lado, con el ejemplo de Brahim y su cesión en el Milan se puede ver cómo está funcionando. El malagueño es ya de los importantes en los planes del equipo italiano que, además, está en busca de volver a ganar el Scudetto diez años después. Mientras que por otro, se observa como el papel de jugadores como Reinier en el Borussia Dortmund o Ceballos en el Arsenal no están dando los frutos que se esperaba.
Negocios en ciernes
Con el serbio, sin embargo, lo que se espera es que, conociendo ya el destino como lo conoce, vuelva a ofrecer esos números que le hicieron colocarse en el radar de media Europa y firmar finalmente por el Real Madrid.
Una firma millonaria que, con el tiempo, se ha devaluado (llegó por 60M y el valor actual del jugador es de 20M) pero se confía en volver a recuperar en caso de que, como también pueda pasar en segundo plano, se planteen los fichajes o bien de Mbappé o bien de Haaland y haya que hacer caja con otros futbolistas.
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