3-0: El Santos barre a Boca y saca el billete para la final de la Libertadores

La samba venció al tango. Habrá final de Copa Libertadores brasileña en Maracaná el próximo 30 de enero. A Palmeiras, que sacó el billete en la madrugada de este miércoles ante River, le seguirá el Santos que eliminó a Boca Juniors (3-0) con facilidad, mucha facilidad, pero también, por supuesto, con mucho merecimiento.

Diego Pituca primero, Soteldo después, y Braga para cerrar la cuenta, hicieron los goles un partido que devuelven al conjunto del mítico Pelé a una final continental diez años después. La última fue con un tal Neymar. Ha llovido.

A la velocidad de la luz en el inicio

Si el Santos está en la final de la Libertadores es porque, desde el principio, hizo todo lo posible por conseguirlo. De hecho, parecía tener prisa por cerrar su pase ya que a los 28 segundos estrelló un balón en el palo teledirigido por Marinio. Fue un aviso de lo que vendría, aunque tuvieron que esperar al primer cuarto de hora para adelantarse.

Lo hizo el más listo de todos, Diego Pituca, que aprovechó que los defensas de Boca se convirtieron en estatuas para recoger un rechace dentro del área y mandarlo a guardar. Los argentinos hasta ese momento no habían comparecido. Eran sombras detrás del Santos que llegaban con el agua al cuello a todos los cruces. Los datos no engañaban. Las verdades a veces duelen y Boca no fue Boca en ningún momento.

Segunda parte para sufrir y disfrutar

En el descanso, el cuadro xeneize introdujo cambios para remontar el vuelo. Al fin y al cabo estaban a un solo gol de la final. Pero aquella esperanza duró cinco minutos. El Santos, empeñado en no sufrir más de la cuenta para estar en la final, se puso 3-0 en cuestión de un abrir y cerrar de ojos con un golazo de Soteldo por la escuadra y un pase a la red de Braga tras una jugada de salón, obra de Marinio.

El partido se acabó ahí, en el minuto 51. Y si por si todavía quedaba algún optimista vivo, Fabra se autoexpulsó con una entrada criminal sobre Marinio por la que debería estar a la sombra un buen tiempo. Pronto se conocerá la sanción, pero el delito fue pisar, literalmente, el abdomen del futbolista brasileño. Brutalidad hecha jugada.

A partir de ahí, el Santos disfruto de su estancia virtual en la final esquivando patadas y juego duro de los argentinos. Los minutos ya no servían para ninguno y pasaron sin pena ni gloria hasta que el árbitro acabó con la agonía. El Santos había conseguido su billete a la final y Boca se había quedado en el último escalón. Imposible no lamentar el fallido homenaje a Maradona. Esperando ya el de Pele dentro de unos días.


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