Si bien Internet nos ha demostrado que podemos llegar a usar más de 10 productos de maquillaje para conseguir un falso look natural en el que parezca que solo llevamos rimmel y algo de colorete, lo cierto es que, tanto en nuestro día a día como en las ocasiones especiales en las que nos queremos maquillar, siempre acabamos recurriendo a los mismos cuatro o cinco productos en los que ya confiamos. Te destacamos qué es el iluminador.
Nuestros productos imprescindibles en nuestro neceser suelen ser un buen pintalabios, un colorete cómodo de aplicar, natural y de un color bonito y un rímel que nos deje las pestañas justo como nos gustan.
También solemos incluir en esta selección un lápiz de cejas y un gloss o crema hidratante para los labios que llevar siempre encima para asegurarnos de que estos están perfectos siempre.
Pero si algo nos han enseñado las tendencias en maquillaje de los últimos años (como por ejemplo la del contouring) es que si le dedicamos un poco de atención a la forma de nuestro rostro e incluimos un paso más en nuestra rutina que se centre en delinearlo con productos que actúen como luces y sombras, podremos conseguir un óvalo facial sorprendentemente estructurado en el que se destaquen nuestras mejores facciones ¡y se disimulen aquellas que nos gustan menos!
Por ello, en esta ocasión venimos a proponerte la idea de incluir un buen iluminador en tu neceser y en tu rutina de maquillaje ¡incluso cuando optes por reducirla al mínimo de pasos!
¿Para qué se usa el iluminador?
Su función concreta es, como hemos dicho, resaltar nuestros mejores atributos y darle más armonía a nuestra cara creando por ejemplo la ilusión de unos ojos más grandes y luminosos, de una nariz más afilada, de unos labios más jugosos y sobre todo ¡de unos pómulos prominentes!
Todas ellos, logros que se consiguen gracias al volumen óptico y la dimensión a los rasgos que el iluminador aporta a nuestro rostro gracias a como este transporta a un primer plano las facciones donde se coloca; así que elige las zonas de tu rostro que quieres destacar ¡y pon ahí el foco de luz!
Además de las que hemos mencionado, también puedes aplicar el iluminador bajo el hueso de la ceja, en la barbilla, en el lagrimal, en el arco de cupido, en la frente y en la clavícula, en cualquier caso con el objetivo de subrayar esa zona y esculpir mejor la estructura de nuestra cara.
En muchos formatos
Lo puedes hacer de múltiples maneras porque además, otra de las cosas que nos encanta de este producto es que lo podemos encontrar en multitud de formatos: lo tenemos en polvo, en crema, líquido e incluso moldeable, un producto cuya consistencia es como la de la plastilina aunque proporciona un resultado parecido al del iluminador en polvo que se posiciona como el formato más usado, ya que es ideal tanto para pieles grasas como para principiantes ya que es muy fácil de difuminar.
¿Cómo se emplea?
Ahora que lo sabes todo sobre el iluminador, solo te queda saber el modo de empleo correcto -que por supuesto dependerá del formato de highlight que elijas-; así que si estás pensando en comprar una brocha, lo que debes tener en cuenta es que necesitarás una mediana o de abanico, con fibras sintéticas y abundantes y preferentemente cónicas (si te decantas por un producto en polvo o moldeable) y, que para los iluminadores líquidos y en crema, lo mejor será usar una brocha de doble fibra, una esponjita o ‘beauty blender’ para un acabado muy natural ¡e incluso puedes probar a aplicarlos con los dedos a suaves toques como muchas profesionales hacen!
Según Maybelline, el iluminador debe aplicarse al final, pues es uno de los últimos pasos del maquillaje.
Este es el orden que hay que seguir para un maquillaje super completo:
- Pre-correctores para tapar manchitas, y ojeras—en caso de que lo necesites—
- Base de maquillaje del tono de tu piel
- Corrector de ojeras —si se siguen notando después de aplicar la base—
- Contour oscuro aplicando el truco del 3
- Maquillaje para cejas
- Sombras de ojos
- Iluminador
- Máscara de pestañas
- Pintalabios
Para resaltar las facciones, Maybelline indica que, por ejemplo, para resaltar los pómulos aplicaremos unos toques de iluminador en la parte alta de la mejilla, y unos toques en el arco de cupido para destacar y darle un volumen extra a nuestros labios
Conforme vayas probando distintos productos y formas de aplicación irás aprendiendo de la experiencia e irás depurando tu propia técnica, así que anímate a comprar tu primer iluminador ¡y empieza a realzar tus virtudes para que brillen más que nunca!