¡Hubo de todo! Goles, un penalti marrado, gritos de alegría y lágrimas de frustración. La Supercoppa italiana se disputó este miércoles coronando a la Juventus, que se impuso por 2-0 al Nápoles en un partido que en sí fue de menos a más. Abrió el marcador Cristiano Ronaldo mediada la segunda mitad, desaprovechó Insigne un penalti para empatar, salvó Szczesny a los suyos con más de una acción milagrosa y en la última jugada del partido remató la faena Morata para que Andrea Pirlo conquistase el que es su primer título como técnico. Es también el 33º de la carrera de Cristiano y la octava Supercoppa consecutiva para los de Turín.
El primer acto fue prácticamente un combate nulo. Dominó la Juventus, pero sin la fluidez necesaria como para poner en aprietos a Ospina. Y el Nápoles rozó el 0-1 por mediación de Hirving Lozano en el 28’, pero ante el cabezazo del mexicano a bocajarro Szczesny demostró unos extraordinarios reflejos para evitar el gol.
Ya en la segunda mitad, con Bernardeschi en el campo en detrimento de Chiesa y Arthur llevando la batuta con maestría, la Juventus empezó a acumular méritos para adelantarse en el marcador. Pero tuvo que poner de su parte el Nápoles. Fue en un error de Bakayoko a la salida de un córner cuando el despeje defectuoso de éste dejó el balón en los pies de Cristiano en boca de gol. ¿Perdonó el portugués? No, ahí no perdona nunca. Fusiló a Ospina para lograr el 1-0 con media hora por jugarse.
Se esperaba entonces la reacción del Nápoles, pero los de Gattuso fueron un ‘quiero y no puedo’. Y cuando pudieron, el destino no quiso. En el 80’ el VAR ayudó a que se señalase un penalti cometido por McKennie sobre Mertens, pero Insigne mandó su lanzamiento fuera. Solo ha marrado 4 de los 26 que ha ejecutado a lo largo de su carrera, pero 3 de ellos han sido frente a la Juventus.
Se acababa el tiempo y el Nápoles se volcó al ataque en busca del empate. Buscaba una ocasión de gol. Y la tuvo. ¡Y tanto que la tuvo! En el añadido Politano alcanzó línea de fondo, hizo el pase de la muerte y Elmas acertó a rematar a puerta. Tocó el balón en Chiellini y ya se cantaba el 1-1 al haber quedado vencido en el suelo Szczesny, pero el polaco, de forma milagrosa, evitó el tanto.
Apenas un minuto después, con Ospina habiendo subido a rematar un córner, la Juventus contragolpeó y en la última jugada del partido Morata firmó el definitivo 2-0. Gritaron de emoción los de la Juventus y lloró de rabia el Nápoles, incluido un Insigne consciente de que su penalti pudo cambiarlo todo.
[+] Mira el resumen de la final de la Supercopa de Italia:
Source link