El cantante e icono mexicano Luis Miguel acaba de festejar 39 años desde el lanzamiento de su primer disco, 1+1=2 enamorados, que grabó cuando apenas era un adolescente. Las celebraciones que preparan los fans serán a través de las redes sociales y especiales radiofónicos, con la ausencia del homenajeado. El también productor musical evita los focos mediáticos desde el inicio de la pandemia y poco se sabe de su paradero. En Acapulco, su lugar predilecto de residencia, unos usuarios de TikTok le grabaron en una terraza protegiéndose del sol bajo unas sombrillas —la última pista que se tiene de él— mientras que otros consiguieron colarse en su antigua mansión en la costa, que mostraba preocupantes signos de abandono. Entretanto, los fans aguardan el estreno de la segunda temporada de su serie autobiográfica, que ha terminado de rodarse tras dos años de espera y con la polémica de la participación de su exesposa, quien quiere interpretarse a sí misma.
La larga carrera de Luis Miguel ha quedado marcada y dramatizada en la serie de Netflix que lleva su nombre. En la primera temporada se recuerda cómo el que sería el mayor intérprete juvenil de Latinoamérica empezó su carrera en un bar de mala muerte y después en un pequeño canal de televisión en Ciudad Juárez. Su padre, Luisito Rey, supo reconocer el talento de su prodigioso hijo, capaz de alcanzar complicadas notas y mantenerlas incluso durante el cambio de voz de la adolescencia. Dejó su trabajo para centrarse en el futuro de Luis Miguel y más tarde, el cantante recibiría su primera gran oportunidad cuando se presenta en la boda de la hija de un expresidente de México: Paulina López Portillo. Tras saltar a la fama, grabó el 21 de enero de 1982 el primero de muchos discos.
La segunda temporada promete aliviar la tensa espera de los fans, quienes se quedaron con el corazón en un puño en el último capítulo. Luis Miguel increpa a su padre en su lecho de muerte en un hospital de Madrid para suplicarle que le cuente la verdad sobre la desaparición de su madre, Marcela Basteri. Por desgracia, su padre fallece antes de revelarle el paradero de Basteri. Sin embargo, su mánager irrumpe en el último minuto con una frase esperanzadora: “Encontraron a tu madre”. La temporada acaba y nunca se descubrió el desenlace de su búsqueda.
La segunda entrega se confirmó hace un año y ha estado rodeada de polémica y litigios. La segunda exesposa del cantante y madre de dos de sus hijos, la actriz mexicana Aracely Arámbula, no quería que su historia se viera reflejada en el guion ni que se usara su imagen. Finalmente, podrá supervisar su parte de la trama para que no haya imprecisiones y en caso de que se llegue a un acuerdo para usar su imagen ha pedido interpretarse a sí misma, según Martha Figueroa, autora de la biografía autorizada del cantante Micky, un tributo diferente (Aguilar, 2010). Respecto a la participación de Luis Miguel, asegura que él “no se mete mucho” en el rodaje pues “ya autorizó lo que tenía que autorizar”. Se sospecha que se encuentra trabajando en su último disco, alejado de los focos. “En tiempos de pandemia está más guardado que de costumbre”, admite.
El llamado Sol de México siempre ha sido reservado ante las cámaras, pero ha estado especialmente desaparecido desde el inicio de la crisis del coronavirus. Figueroa explica que el Luis Miguel de los últimos años, aquel que se dejaba ver y fotografiar en Miami y Las Vegas, era extrañamente cercano y social. “A él no le gustan las fotografías ni deja que se le acerquen, ese es el Luis Miguel de siempre: discreto y elusivo”, señala. De hecho, fue ese aura de misterio y ausencia la que mantuvo la atención del público. “Le ha funcionado siempre y es lo que hace que la gente tenga interés por él, incluso cuando tienen otros gustos musicales. Cuando falleció Armando Manzanero no se manifestó y se le criticó mucho por ello, pero no sabemos si le dolió en privado. Se sabe que estaban alejados”, destaca.
Para Lucy Gómez Sánchez, presidenta del club de fans Cómplices de Luis Miguel, en Perú, asegura que la noticia de su casa abandonada en Acapulco ha causado tanto revuelo especialmente por la personalidad elusiva del cantante. Las imágenes del interior de la mansión se subieron a TikTok y desataron la preocupación de sus seguidores por el deterioro de la misma. Sin embargo, Sánchez recuerda que esa casa la vendió en 2010 cuando la aislada propiedad empezó a verse rodeada de nuevas construcciones y masificaciones de turistas en la playa a la que tenía vistas panorámicas. “Luis Miguel siempre genera demasiada expectativa y su reserva a dejarse ver es el ingrediente de éxito de su serie. La gente se da cuenta ahí cómo es él como persona y todo lo que tuvo que pasar antes de llegar ahí. Nosotras nos enteramos de que sufrió trabajo infantil por eso”, asegura.
A diferencia de otros artistas, Luis Miguel no alimenta la curiosidad de sus fans con retransmisiones de su vida privada por Instagram. “¿Qué por qué no usa redes sociales? Miren lo que no hace el resto de la humanidad y eso es lo que Luis Miguel hace”, destaca Sánchez. “Fue el primero en cantar boleros cuando nadie lo hacía, y cuando todo el mundo se puso a cantar en ingles él no lo hizo. Todos los artistas usan sus redes para seguir vendiendo y el negocio de Luis Miguel es sus discos y sus presentaciones en vivo”, añade. Para suplir esos ingresos, Sánchez asegura que su ídolo estará dedicándose a otra cosa ahora que no puede tocar en directo por el coronavirus. “Se dice que está tratando de entrar en otros negocios, un buen perfume o una línea de calzado o de vestir quizás. Cualquier cosa que no sea verse forzado a hacer lo que él no siente, como venderse en redes”, sentencia.
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