Tras la jornada de descanso del martes, la Real ha regresado a los entrenamientos para comenzar a preparar el partido del domingo en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Getafe (14.00 h.).
Durante algo más de una hora toda la plantilla, a excepción de Luca Sangalli y Alex Sola, se ha ejercitado en el José Luis Orbegozo, aunque Alexander Isak,
Aritz Elustondo,
David
Silva y Mikel
Oyarzabal no finalizaron la sesión y se retiraron antes de iniciar los partidillos. No preocupa lo de los tres primeros, previsto por una gestión de cargas. Sin embargo el eibartarra se marchó palpándose la parte posterior del muslo, donde sufre unas molestias pendientes de evaluación.
Participaron en la sesión cuatro porteros, con la novedad del meta del filial Ruiz-Zeberio que acompañó a los más habituales Remiro, Ayesa y Marrero.
Como sucede en muchos entrenamientos, Imanol tuvo varias charlas individualizadas. Una primera con Silva poco antes de comenzar la sesión y una última con Carlos
Fernández tras el entrenamiento en la que se vio al delantero algo cabizbajo y al técnico animándole.
Tras una carrera suave con cambios de dirección, unos rondos en los que el técnico volvió a hacer hincapié en la presión y varios ejercicios de finalización, Isak, Oyarzabal y Aritz emprendieron el camino a los vestuarios mientras el resto, ya con los guardametas incorporados al grupo tras trabajar de forma individualizada con Luis
Llopis, se dividió en cuatro grupos de seis para realizar dos partidillos en campos muy reducidos. Tanto Roberto
López, tras un encontronazo como Robin
Le
Normand, tras recibir un balonazo en la parte baja del estómago, quedaron varios segundos tendidos sobre el césped, aunque se reintegraron en el grupo con posterioridad. Silva jugó estos partidillos, pero también dejó el entrenamiento poco antes de su finalización. La preocupación ahora es Oyarzabal.
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