La gestión de minutos y cansancio por parte de los entrenadores resultó clave para decidir el ganador del Golden State Warriors contra Miami Heat anoche. Los de la bahía de San Francisco terminaron llevándose un partido que se decidió en la prórroga con un resultado final de 120 a 112.
Miami empezó el encuentro como un tiro, poniéndose 12 arriba desde el primer asalto y demostrando que los fantasmas del pasado habían quedado ahí. Además, parecía que Steph Curry había chocado de frente con una de esas noches en las que el balón no termina de entrar.
Hasta 15 triples falló el base de los Warriors, máximo de toda su carrera y uno de los motivos por el cuál los californianos no consiguieron cerrar antes su partido. Sin embargo, Curry estuvo bien acompañado por el resto de exteriores.
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Hasta tres de ellos superaron la veintena de puntos, con mención especial para un Kent Bazemore que brilló desde el banquillo con 26 tantos y 8 rebotes en 38 minutos de cancha. El escolta supuso un soplo de aire fresco por encima de Mychal Mulder, que salió de titular pero no consiguió destacar.
Además, la aportación de un Andrew Wiggins que crece cada día fue clave. El alero terminó la noche con un diferencial de +25 puntos, una marca espectacular teniendo en cuenta la igualdad del partido durante gran parte del mismo. Además aportó 23 tantos y 8 rebotes.
En Miami las tenían todas consigo al descanso, con una ventaja de 15 puntos que se traducía en tranquilidad en las caras de los chicos de Spoelstra. El liderazgo temprano de Bam Adebayo les había permitido amasar una diferencia suficiente para levantar el pie del acelerador.
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Sin embargo, los de South Beach se vieron sorprendidos por el arranque de la segunda parte de los Warriors. Cinco puntos en el tercer cuarto y otros diez en el último asalto borraron de cuajo la diferencia en el marcador, forzando una prórroga que en ningún momento aspiraron a ganar.
Adebayo terminó la noche con 24 puntos pero un diferencial de -20 en pista, similar al de otros compañeros como Andre Iguodala (-19) o Duncan Robinson (-13). La contrapartida la puso Jimmy Butler, que luchó hasta el final por mantener vivos a los suyos.
El escolta logró otro triple-doble, el tercero desde que volviera de su lesión, pero no logró aportar tanto en el apartado ofensivo como le hubiera gustado. 13 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias completaron una estadística curiosa pero fútil para la estrella de Miami.
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Los Heat siguen hundidos en el Este, con un balance de 11-17 que lastra sus opciones de acceder a los puestos de playoff. Los Warriors, en cambio, mejoran su marca a 16-13 y se estabilizan en la dura Conferencia Oeste.
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