El Valencia Basket arrancará este viernes su participación en la Copa de la Reina que acoge como anfitrión con un duelo de cuartos de final ante el IDK Euskotren que espera superar con más o menos dificultades pero desde la defensa, su gran seña de identidad.
El equipo que dirige Rubén Burgos tiene el mejor promedio de puntos recibidos por partido en la Liga Femenina, con una media de 56 por choque y a esa fortaleza se encomienda para sortear los posibles problemas que puedan surgir en forma de nervios o de falta de puntería ofensiva ante el equipo vasco.
El Valencia sufrió hace unas semanas un brote de COVID 19 que le obligó a detener su actividad durante cerca de dos semanas y aunque ya ha recuperado el ritmo de competición aún no tiene las conexiones en ataque tan engrasadas como tenía antes de ese forzado parón.
Además de su fortaleza defensiva, el Valencia también tiene como respaldo el hecho de que en la Liga Femenina sólo ha caído esta temporada ante el Perfumerías Avenida, el gran favorito al título copero.
En cambio, la derrota en las semifinales de la Supercopa al principio de la temporada ante el Lointek Gernika pese a partir como favorito le debe servir también de advertencia.
Eso sí, en aquel encuentro el Valencia estaba aún iniciando su proceso de construcción, Rebecca Allen acababa de llegar al equipo y Burgos no podía contar aún ni con María Pina ni con Marie Gülich y perdió por lesión a Raquel Carrera a mitad choque.
En cambio, para esta nueva cita a cara o cruz, la primera desde aquella decepción, el entrenador valenciano contará con sus doce jugadoras, un motivo más para incidir en el ritmo defensivo para tratar de ahogar al equipo vasco.
El IDK llega a esta cita en un mal momento. Cuatro derrotas seguidas, alguna esperada como la sufrida ante el Perfumerías pero otras no, le han relegado a la undécima posición, fuera de las plazas que le permitirían jugar las eliminatorias por el título
El equipo de San Sebastián, dirigido por Azu Muguruza, tiene en sus filas a la ex del Valencia
Meiya Tirera, que junto a la también pívot de Mali Mariam Coulibaly son las principales referencias del equipo.
En el choque que disputaron en San Sebastián en la primera vuelta, el Valencia se impuso por un ajustado 58-64 con una notable actuación de Celeste Trahan-Davis, que sumó quince puntos y ocho rebotes.
El entrenador del Valencia Basket, Rubén Burgos, destacó que “en la Copa nunca influye demasiado en el momento en el que llegas respecto a la competición liguera”, destacó Burgos en declaraciones facilitadas por el club.
Del equipo vasco dijo que es “duro, con experiencia y, sobre todo, con fortaleza física en el interior y versatilidad y capacidad de lanzamiento en el exterior”.
“Nos preocupa también porque utilizarán varias defensas alternativas y han demostrado ser un equipo sólido durante toda la competición”, admitió.
Pero Burgos dijo que afrontan el torneo “con mucha ambición y mucha ilusión” y que ve a sus jugadoras “muy concienciadas con el reto”.
El técnico resaltó que la mayoría de ellas ya “ha tenido experiencias de este tipo” y también “la suerte” que supone ser el equipo anfitrión y poder jugar en su pabellón aunque sea con un aforo muy reducido por la pandemia del coronavoris.
“Jugar frente a un grupo reducido de nuestro público nos motiva todavía un poco más”, señaló.
El técnico admitió que tienen analizados a todos los posibles rivales y que el objetivo es poder llegar a la final pero recalcó la importancia de ir día a día.
“De cara a ese choque contra IDK vamos a pensar en ese partido, en ver cómo transcurre, en aprovechar todas las virtudes y fortalezas de nuestras jugadoras, pero no más allá del primer día”, advirtió.
“Es el espíritu de la Copa. Es por eso por lo que es tan atractiva para el aficionado y para las jugadoras que la disputan. Alerta máxima porque fuera el rival que fuera va a ser un partido muy complicado y un reto exigente el de cuartos de final”, concluyó.
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