El Athletic jugará el sábado su quinto derbi de la temporada. Después de empatar ante el Celta el domingo en Balaídos (0-0), los rojiblancos reciben al Eibar con la ineludible necesitad de su sumar los tres puntos para apurar las pocas opciones que quedan de lograr una plaza europea a través de Liga.
Para ello habrá que mejorar el balance de la temporada 2020-21 en los partidos de máxima rivalidad ante los otros cuatro equipos vascos que militan en la máxima categoría. Los números en esta faceta no son nada buenos. El conjunto rojiblanco ocupa la penúltima posición en la clasificación contabilizando únicamente los encuentros disputados ante estos rivales. Solamente ha ganado uno de ellos, ante el Eibar en la tercera jornada de Liga (1-2, con goles de Unai
López). A partir de ahí, llegaron tres derrotas frente Alavés y Osasuna en Mendizorrotza y El Sadar respectivamente, ambos por 1-0, y frente a la Real Sociedad en San Mamés, cuando un tanto materializado por Portu nada más comenzar el encuentro en una jugada de contragolpe permitió a los txuri urdin llevarse los tres puntos para Donostia.
Era la Jª 16 del torneo de la regularidad. Desde entonces, el Athletic no ha vuelto a disputar un derbi. El siguiente será la cita contra los dirigidos por José
Luis
Mendilibar y todavía quedarán otros tres, contra albiazules y rojillos en Bilbao y con los realistas en Anoeta.
El Athletic ha sumado por tanto solo tres puntos en esta clasificación parcial, aunque es cierto que es el equipo que menos encuentros de este tipo ha jugado. Osasuna, que ha conseguido abrir una brecha importante con los puestos de descenso, es el líder con 12 puntos sumados gracias a tres victorias y otros empates en los seis derbis jugados, mientras que la segunda plaza es para el equipo de Imanol
Alguacil, con 9 nueve puntos después de dos compromisos ganados, tres empatados y ninguno perdido.
El Alavés, que ocupa puestos de descenso, tiene mejores números que los leones, 8 puntos, aunque con dos partidos más jugados. Y el farolillo rojo es el Eibar.
Los guipuzcoanos visitan San Mamés el sábado con el agua al cuello, en su peor momento clasificatorio desde que están en la máxima categoría. El conjunto de Mendilibar viene de perder en casa ante el Villarreal (1-3) y no han conseguido la victoria en los últimos diez partidos, con siete derrotas -Levante (2-1), Atlético (1-2), Sevilla (0-2), Osasuna (2-1), Elche (1-0), Cádiz (1-0) y la citada ante los de Castellón- y tres empates consechados en Ipurua contra Celta, Valladolid y Huesca.
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