En la Fórmula 1, hacer algo muy diferente al resto de equipos siempre suele ser una apuesta arriesgada, que te puede llevar a ganar muchas posiciones, o todo lo contrario, perder tiempo. Sin embargo, lo primero que hay que tener en cuenta es que, si un conjunto prueba una solución muy innovadora, siempre es el resultado de muchas horas de análisis y estudio previo mediante el túnel de viento y simulaciones. En ese caso, siempre está la duda de la correlación de estos datos con los que se recogen en pista, una vez el bólido es probado sobre el asfalto. Que esa correlación sea buena hace que las opciones de que la nueva solución sea exitosa sean mayores. Sin embargo, no vale solo con esto. También es importante recordar que por mucho que el coche sea mejor que el año pasado, también los rivales intentan mejorar, por lo que la posición que ocupará el monoplaza con este elemento innovador dependerá de si ello ha hecho progresar más el rendimiento del vehículo en comparación al progreso realizado por el resto de conjuntos. Entendiendo estos conceptos, es momento de valorar la enorme apuesta hecha por Alpine, el equipo de Fernando Alonso, para esta campaña de 2021.
Este curso, la normativa de F1 se cambió. En principio, la modificación podía parecer pequeña, pero realmente, pueden alterar la estabilidad de cualquier coche. Estas modificaciones afectaron al fondo plano, más estrecho en su parte trasera, y al difusor. Con ello, los vehículos de este año perderían aproximadamente un 10% de su carga aerodinámica respecto a 2020, y por lo tanto, ello les haría ser más lentos en el paso por curva. Además, este cambio de normativa implicaba un cambio en el equilibrio de los coches. Todos los conjuntos debían pues adaptar su base de 2020 a esta modificación, tratando de recuperar la carga aerodinámica perdida con cambios en los elementos aerodinámicos o modificando algunas partes del coche (hubo muchas zonas limitadas de desarrollo, con solo 2 tokens de mejora).
Por este motivo, Alpine decidió resolver la situación con una solución innovadora, y por lo tanto arriesgada, y es que el conjunto francés fue el único que presentó la parte superior de su capó motor con una forma muy ancha, mucho más que el resto de monoplazas. El cambio era llamativo y la explicación técnica la ofrecía Marcin Budkowsi, director ejecutivo del equipo.
“Descubrimos que adelgazar los pontones era una dirección positiva, algo que no es nada nuevo realmente. Así que hemos modificado el empaquetado y reubicado algunas de las piezas voluminosas, colocándolas detrás de la toma de admisión. Sí, da una forma bastante espectacular y voluminosa al coche, pero encontramos que nos funciona. Hay compromisos con el centro de gravedad, pero por lo general, el rendimiento aerodinámico gana sobre ese aspecto”, apuntó, señalando que la ganancia aerodinámica de dicha solución es mayor a la pérdida que suponía elevar el centro de gravedad del coche y posiblemente ofrecer mayor resistencia al aire en recta.
La explicación técnica pues, se puede traducir de la siguiente manera. Alpine quiso reducir al máximo la anchura de su coche en su base, obteniendo un mayor margen entre el extremo del fondo plano con el resto de monoplaza. Por ahí, podría entonces mejorar el flujo de aire que llega al difusor para así aumentar su rendimiento y tener un mejor paso por curva. Para ello tuvieron que redistribuir elementos de refrigeración a la parte superior del coche. ¿Funcionará este concepto? Si será exitoso o no dependerá más bien de lo mucho o poco que hayan mejorado los rivales de Alpine en la zona media, y ahí, equipos como McLaren, con un difusor innovador, o conjuntos como AlphaTauri, Alfa Romeo, Ferrari o Aston Martin podrían ponerle las cosas muy difíciles a Alpine.
Pero más allá de su rendimiento, lo destacable es la confianza que debe tener un equipo para realizar un cambio así en un coche que ya era competitivo en la zona media en 2020. Eso demuestra hambre, innovación, ideas y ganas de romper moldes. Ese espíritu es el que encandiló a Alonso. Luego, las cosas pueden salir bien o no. Pero sin duda, ese es el camino.
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