Después de su duelo de pizarras ante Klopp, Zidane tiene ahora otro pendiente contra Ronald
Koeman. El francés, muchas veces criticado, va sumando a sus espaldas victorias de renombre y, ante el Barça, al que ya ganó en la ida, pretende volver a sumar otra.
Para ello, lo principal será la táctica que disponga sobre el campo. Mermado por las bajas de su pareja titular de centrales, Varane y Sergio
Ramos, lo esperable es que vuelva a diseñar ese 4-3-3 que tan buenos resultados le dio ante el Liverpool. Nacho y Militao serán esta vez los defensores y estarán escoltados por las bandas por Lucas
Vázquez y Mendy. Ellos, junto a Courtois, serán los encargados de sacar el balón desde atrás que es una de las premisas principales en la agenda táctica de Zidane.
El ataque, clave en el Clásico
Ya en la parte ofensiva, lo que prima el entrenador francés es la velocidad. Por ello, Vinicius y Asensio parten con ventaja para ser titulares. Ellos llevarán todo el peso en la presión hacia el rival y, ya con el balón, serán quienes aporten velocidad, desborde, regate y, según lo visto ultimamente, también gol.
Mucho tendrán que ver también los mediocentros. Sobre todo Kroos y Modric, encargados de ser el nexo de unión entre la defensa y el ataque para hacer transiciones rápidas y precisas. Casemiro, por su parte, jugará un papel más defensivo en el apartado de controlar zonas específicas del campo y saltar a la presión cuando sea necesario.
Así pues, las principales ideas de Zidane están claras: jugar con la pelota y atacar en transiciones rápidas preferiblemente. Tener a Kroos y Modric en la tarea de construcción del juego y de posesión de balón pero que también sean capaces de acelerar el proceso cuando el partido y el rival lo permitan. Y en defensa, no dejar espacios entre líneas a Leo
Messi y obligar al Barcelona a atacar por las bandas.
Más allá de eso, los 90 minutos de un Clásico dan para mucho y habrá que ver de qué manera discurre el partido. Zidane tiene sus armas y las va a usar. LaLiga está en juego.
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