En ocasiones parece que comer bien y llevar un estilo de vida saludable es algo muy complicado. Pero lo cierto es que con hacer pequeños cambios en nuestra vida diaria podemos conseguir muchísimas cosas. Por ejemplo, algo tan sencillo como sustituir los refrescos azucarados por las infusiones, bebidas 100% naturales elaboradas con plantas y que ofrecen múltiples beneficios para la salud. La de hinojo es una infusión estupenda para tomar en cualquier época del año.
El hinojo es una planta silvestre muy apreciada desde la antigüedad, cuyo uso está muy extendido en la cocina y en la medicina tradicional. Tiene propiedades muy interesantes para la salud por su alto contenido en potasio y en otros nutrientes esenciales.
¿Qué beneficios tiene el hinojo?
Después de una comida contundente nada mejor que una infusión de hinojo para aliviar la pesadez y regular el tránsito intestinal. Esta bebida es fantástica para la primavera y el verano ya que frena la diarrea y sacia la sed.
Pocos remedios naturales hay mejores que esta bebida contra la retención de líquidos. A veces aumentamos de peso y creemos que se debe a una acumulación de grasa, pero la causa puede estar en la retención de líquidos.
Se dice que la infusión de hinojo es buena para adelgazar. Pero es importante aclarar que no tiene ningún efecto milagroso. Lo que hace es disminuir el apetito, razón por la cual esta planta la utilizaban antiguamente los guerreros para combatir la escasez de alimentos en el campo de batalla.
A esto hay que sumar que el hinojo es una fuente rica en alaina, un aminoácido que aumenta las defensas del sistema inmunitario, de forma que puede proteger de algunas enfermedades como la gripe o el resfriado.
Y, por último, la infusión de esta planta es maravillosa para retrasar la aparición de los signos de la edad, como las arrugas y las líneas de expresión, gracias a sus propiedades antioxidantes.
¿Cómo preparar la infusión de hinojo?
En el mercado podemos encontrar semillas de hinojo 100% naturales. Lo que necesitamos es una cucharada de estas semillas y una taza de agua hirviendo.
Una vez tenemos la taza de agua hirviendo, vertemos las semillas y dejamos reposar tapado con un platito durante 5 o 10 minutos. Una vez transcurrido el tiempo, colamos, añadimos unas gotas de zumo de limón y bebemos.
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