La Roma atraviesa una gran crisis de resultados y su entrenador, Paulo Fonseca acudió este lunes junto a Marco Abreu, su representante, al centro de entrenamiento de Trigoria para reunirse con Tiago Pinto, director general del club ‘giallorosso’, y el propietario del mismo, Dan Friedkin. Fonseca dio este lunes descanso a su plantilla, pero acudió igualmente a Trigoria para mantener dicho encuentro. Pero, según informa la Gazzetta dello Sport, no se esperan noticias hoy ni apunta al menos en breve a una dimisión de Fonseca.
Fonseca entró con rostro serio a las instalaciones de la Roma. Han sido días muy duros para los ‘giallorossi’: el jueves la derrota por 6-2 contra el Manchester United en la ida de semifinales de la Europa League y el domingo, la Sampdoria del exentrenador de la Roma Claudio Ranieri derrotó a los de Fonseca por 2-0. Los dirigentes esperan que el equipo remonte en las 5 jornadas que faltan en la Serie A, una de ellas el derbi contra el Lazio.
La situación de la Roma es muy dura en la Serie A: 7ª, a 9 puntos de la zona de Europa League y 14 de la Champions. Por eso la Europa League suponía para los ‘giallorossi’ una tabla de salvación (ganarla da plaza en la Champions) y ahora necesitarían un milagro este jueves ante el United para alcanzar la final.
En Trigoria estaban los jugadores aún no al máximo nivel físico o recuperándose de lesiones, como Pedro, Carles Pérez, Veretout, El Shaarawy, Spinazzola y Calafiori. Gonzalo Villar, Kumbulla y Bruno Peres, con problemas físicos tras el encuentro ante la Sampdoria.
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