El Athletic está demostrando en el tramo final de Liga que no va a dejarse ir como sucedía otras ocasiones cuando no tenía por qué luchar. La profesionalidad de los leones está por encima de aspirantes al título.
Me llamó mucho la atención comprobar cómo algunos oyentes dejaban caer antes del partido del Pizjuan que no sufrirían demasiado si perdía el Athletic porque así habría opciones de que el Sevilla ganara la Liga y se la arrebatara a Atlético, Real Madrid o Barca. Uno puede entender el poco cariño que existe en Bizkaia hacia estos tres clubes, pero la entidad roiiblanca debe estar por encima de intereses de terceros.
Cada uno tiene que defender lo suyo, como hizo el Sevilla en el primer año de Garitano. Un empate les servía a los leones para alcanzar Europa y acabaron venciéndoles por méritos propios. El fútbol es así.
La victoria cosechada ante el conjunto andaluz es un chute anímico para esta recta final de temporada en la que vuelve a surgir esa quimérica opción europea. Con 4 jornadas por jugarse, recortar 6 puntos sería casi un milagro cuando todavía no se han obtenido dos victorias consecutivas en toda la Liga. Ojalá hayan dejado la regularidad para la txanpa final, pero no apostaría por ello tal y como está la clasificación.
Del triunfo del lunes cabe destacar que llegó tras una retahíla de bajas. Muchas de ellas de los considerados pesos pesados, como Muniain, Yuri, Dani
Garcia, Iñigo
Martínez, que no pudo actuar por una contusión en un hombro, Raúl
García, que solo disputó doce minutos por un golpe en el gemelo, Capa, operado. Victoria de calidad en un campo maldito.
El resultado no me va a impedir reconocer que el Sevilla puso más sobre el tapete para llevarse los tres puntos y solo su ineficacia y la figura de Unai Simón privaron al equipo de Lopetegui de un triunfo que les hubiera permitido seguir en la pelea por el título. El guardameta de Murgia necesitaba un partido así después de una temporada irregular, en la que ha fallado más de lo que nos tenía acostumbrados en el mágico año de su debut en Primera.
El 1 sujetó al equipo durante el partido y el 9 lo remató en el último minuto del choque, con un contragolpe vertiginoso conducido magistralmente por Sancet
, que supo entregar el balón a Williams en el momento exacto para dejarle solo ante el portero. Gran contragolpe, pero no debemos olvidar que el Sevilla se volcó con todo en busca de la victoria y se olvidó de las vigilancias en los últimos minutos.
Las contras es un arma fundamental en los equipos de Marcelino y más cuando tienes jugadores como los Williams, Morcillo, Villalibre o Sancet. Deben mejorar mucho en ese aspecto porque han desaprovechado muchas opciones a lo largo de la temporada por malas decisiones. El lunes sí salió y definió como un killer la ‘Pantera’, que anotó su sexto ‘bacalao’ en Liga.
La mejor medicina para un delantero que no marcaba desde el Carranza, hacía tres meses, y que hace poco afirmó no sentirse en su mejor momento físico ni mental. Seguro que marcar le ayuda a recuperarse, al igual que volver a disponer de minutos junto a su hermano Nico
. Marcelino sigue con su casting de pretemporada y el pequeño de los Williams parece tener un puesto este verano.
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