Los Pacers traumatizan a los Hornets y se dan otra oportunidad

El primer partido del renovado play-in le salió rana a la NBA con la tremenda paliza que le endosaron los Indiana Pacers a los Charlotte Hornets por 144-117. La tunda no requirió tampoco de ningún alarde del equipo local, sino más bien de la total ausencia de defensa que demostraron los pupilos de James Borrego en un encuentro resuelto ya al descanso.

La invisible actuación de los referentes de Charlotte contrastó con la excelente contribución coral de Indiana, que llegó al choque con dudas tras la baja de última hora de Caris LeVert, uno de los principales hilos conductores del equipo desde que llegó procedente de Brooklyn en el traspaso a cuatro bandas por James Harden.

Ni la ausencia del base por el protocolo sanitario ni las ya conocidas ausencias de Jeremy Lamb y el portentoso Myles Turner afectaron demasiado al plan de partido de Nate Bjorkgren. Al técnico, envuelto en un mar de dudas sobre su continuidad, le salió cara en la táctica y prácticamente no tuvo que intervenir en el encuentro.

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Domantas Sabonis apenas metió 2 puntos en la primera mitad, pero acabó como principal referente de Indiana gracias a su inteligencia sobre la pista. El lituano se fue hasta los 14 puntos, 21 rebotes y 9 asistencias (7-15 TC; 0-2 3P) y ni siquiera tuvo que disputar el último cuarto. Apaleado por la defensa rival, el equipo tampoco necesitó que hiciera alardes de ningún tipo.

Colaboraron en el apabullante triunfo hasta siete Pacers en dobles dígitos: Oscar Brissett, autor de 23 puntos; Malcolm Brogdon, que reapareció tras diez partidos de baja con 16 tantos y 8 asistencias providenciales; Doug McDermott, un huracán en el primer cuarto con 16 de sus 21 puntos totales en el partido; y T.J. McConnell, líder del banquillo con 17 puntos.

Los triples llovieron para Indiana (16 de 35), un equipo poco acostumbrado a presumir desde el perímetro. El mérito no fue tan solo ofensivo, y es que la defensa de los Pacers apenas permitió correr a unos Hornets que han brillado a la contra todo el curso.

Sin Gordon Hayward, que se ha perdido el último mes de competición, los exteriores de cabecera de Borrego no hicieron acto de presencia, en especial el novato LaMelo Ball. Visto anoche, el rookie pareció un jugador del montón y no la sensación que le compite el título de novato del año a Anthony Edwards, número uno del pasado del Draft 2020 y compañero de Ricky Rubio y Juancho Hernangómez en los Minnesota Timberwolves.

Ball acumuló un -35 de valoración en el encuentro con unos registros de final de temporada ridículos: 14 puntos, 4 asistencias y 4 pérdidas de balón (4-14 TC; 2-6 3P). La culpa se extendió a sus comparsas en el perímetro: Terry Rozier, 16 puntos (7-20 TC; 0-9 3P); y Devonte Graham, 4 puntos (1-8 TC; 1-7 3P). Al descanso, estos tres jugadores acumulaban un 5 de 20 en tiros de campo.

El orgullo de Charlotte lo sacaron tímidamente Cody Zeller, autor de 17 puntos, y Miles Bridges, que acabó con 23 tantos acumulados mayormente en los minutos de la basura. Ambos dieron la cara tras el encuentro. Nos han dado una patada en el culo”, ilustró Bridges. “Han salido y nos han dado un puñetazo en la boca”, versionó Zeller.

En el primer cuarto los Hornets ya vieron el reto muy cuesta arriba con un 40-24 cerrado con un canastón de Edmond Sumner sobre la bocina.

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Del +16 se pasó al +24 en el descanso (69-45
) y la equipación de los conjuntos anoche no podría haber sido más adecuada para lo que restaba. Con los pijamas a rayas bien planchados, ambos equipos cabecearon en la segunda mitad y los Pacers se permitieron incluso seguir ampliado su margen hasta un imperdonable +39.

Todo le funcionó a Indiana y nada le valió a unos Hornets absolutamente perdidos. La traumática derrota pone punto final a su temporada y serán los Pacers los que tendrán otra oportunidad para alcanzar la octava plaza y los playoffs.

“Nos da igual el rival, este último mes hemos estado jugando bien como equipo, la pelota se mueve, todos estamos implicados”, valoró Sabonis en declaraciones a la cadena TNT. “Depende de nosotros y lo fuerte que salgamos al próximo partido. Nuestra confianza está por las nubes”.


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