Fernando Alonso vuelve este fin de semana al GP de Mónaco, una de las dos joyas de la Triple Corona que ya tiene, y donde no compite desde mayo de 2018, cuando abandonó con el McLaren MCL33 a 25 vueltas del final. Aquella jornada, el español aseguró haber disputado “la carrera más aburrida de la historia de la F1”, pero sus expectativas han cambiado en su retorno a la Fórmula 1 en la que es su quinta cita y a la que ha llegado hasta el paddock en una flamante Aprilia RS660 .
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Alonso tiene claro que el equipo Alpine afronta un enorme reto este jueves en los entrenamientos libres previos al fin de semana y sobre todo en la clasificación del sábado, que en un circuito urbano como Montecarlo es más que decisivo. Hasta la fecha la calificación no está siendo su fuerte: 9º en Bahrein, 15º en Emilia-Romagna, 13º en Portugal y 10º en España.
“Creo que el sábado es crucial aquí para conseguir el resultado. Así que en la clasificación tienes que dar esas vueltas al 100%. Creo que el domingo eres un poco más conservador, pero el sábado, diría que vas con todo. Somos optimistas sobre nuestras posibilidades de estar en la Q3, y las opciones de estar en los puntos con ambos coches. Tenemos que hacer el trabajo el sábado especialmente, pero debería ser un buen fin de semana”, ha explicado en la rueda de prensa de este miércoles en Montecarlo.
“Sin duda que tengo ganas de este Gran Premio. Creo que es un fin de semana muy especial, una pista única, y sí, la adrenalina es mayor este fin de semana que cualquier otro. Así que estoy deseando subirme al coche y espero que tengamos un fin de semana tranquilo”, añadió.
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