BUENOS AIRES – El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció el jueves una dura profundización de las restricciones sanitarias ante el recrudecimiento de la segunda ola de la pandemia de COVID-19.
En un mensaje por cadena nacional, Fernández dijo que entre el próximo sábado y el domingo 30 y durante el fin de semana del 5 y 6 de junio habrá fuertes restricciones a la circulación y la actividad económica y social en las zonas del país en “alto riesgo” y “alarma” sanitaria.
Otras medidas sanitarias generales estarán vigentes hasta el 11 de junio.
“Estamos atravesando el peor momento desde que comenzó la pandemia. Todos los datos científicos indican que el problema hoy es gravísimo en Argentina, con un récord de contagios y fallecimientos”, aseveró el presidente.
En las zonas más afectadas, quedan suspendidas las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial y solo funcionarán comercios esenciales.
Solo se podrá circular en las cercanías del domicilio en un horario acotado.
A partir del 31 de mayo, se retomarán las actividades con las restricciones vigentes hasta este jueves.
Fernández dijo que habrá ayudas económicas por parte del Estado a sectores sociales vulnerables y también a comercios y empresas afectadas por las nuevas restricciones en las áreas más afectadas.
Se espera que para fines de junio, Estados Unidos comparta un total de 80 millones de dosis de diferentes vacunas con países aliados.
GRAVE SITUACIÓN EPIDEMIOLÓGICA
Argentina atraviesa desde inicios de abril un vertiginoso aumento de los casos de COVID-19, con creciente nivel de ocupación de camas en las unidades de terapia intensiva.
Ante este escenario, Fernández ya había endurecido las medidas sanitarias el 9 de abril, particularmente en Buenos Aires y su periferia, pero los casos siguieron en aumento y ahora también experimentan un fuerte crecimiento en el interior del país.
Según Fernández, las “contundentes” acciones adoptadas se “debilitaron” porque no fueron compartidas por algunos Gobiernos locales, como el de la capital, y porque hubo mensajes “confusos” que llevaron a muchos ciudadanos “a minimizar el problema”.
Además, dijo que en algunos distritos no se cumplieron todas las medidas o se implementaron de manera tardía y en otros los controles “se relajaron, fueron débiles o simplemente no existieron”, por lo que abogó por no “fragmentar la gestión de la pandemia”.
“Hay ciudades y provincias que tienen hoy su sistema de salud al límite. El problema ya no se acota a determinado territorio. Es muy grave y se evidencia en todo el país”, advirtió.
Esta semana se alcanzó un récord diario de 39,652 contagios, el miércoles, y 745 muertes, el martes.
Desde el inicio de la pandemia, el país acumula 3.4 millones de positivos y 72,699 decesos por COVID-19.
Los pequeños de 12 años o más ya pueden ser vacunados contra COVID-19 en Estados Unidos, lo que permitirá a padres y escuelas disminuir sus precauciones contra la pandemia y que el país se acerque a su objetivo de controlar el coronavirus.
MÁS VACUNAS
Fernández aseguró que se va a “fortalecer” la campaña de vacunación, dijo que “en los próximos días” se recibirán 4 millones de dosis y agradeció a los Gobiernos de Rusia, México y China por la colaboración para contar con más vacunas.
Argentina, con una población de unos 45 millones de habitantes, continúa con su campaña de vacunación contra el coronavirus, iniciada a finales de diciembre último.
De acuerdo a los datos oficiales difundidos este jueves, hasta el momento se han aplicado unas 10.7 millones de dosis, aunque solo 2.2 millones de personas han sido inoculadas con dos dosis.
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