La participación de Bale con la selección de Gales en la Eurocopa era una buena prueba para saber si el jugador madridista, después de un año de cesión en el Tottenham, podría estar a un nivel suficiente como para rendir en el que sería su último año de blanco (tiene contrato hasta 2022).
Y lo cierto es que, después de los tres primeros partidos en los que su equipo ha logrado el pase directo a los octavos de final con un empate, una victoria y una derrota, Gareth Bale ha ofrecido varias versiones en los enfrentamientos.
En el cómputo global, su actuación ha sido discreta (en 270 minutos ha repartido dos asistencias pero no ha marcado goles). De hecho, falló un penalti en el que, sin embargo, fue su mejor partido, el que Gales jugó contra Turquía y en el que firmó dos asistencias y un gran partido.
En el resto, ante Suiza e Italia, el galés ha dado cuenta de su importancia en el equipo, pues siempre ha sido titular, pero no ha aportado jugadas determinantes y, en general, ha pasado desapercibido.
Por tanto, en lo que va de Eurocopa Bale ha mostrado una versión fijada entre las luces y las sombras y que para jugar en el Real Madrid no es el del todo suficiente. Falta por ver, cual será su futuro pues si bien tienen contrato con el Real Madrid, el conjunto blanco podría volver a cederle, venderle o quedarse con él un año más. De su participación en la Euro depende y él parece ser el único que no se da cuenta.
ENCUESTA MD: ¿Volverá Bale al Real Madrid?
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