Estados Unidos apenas le sacó un empate sin goles a El Salvador el jueves en su choque por la primera fecha del octagonal final de la CONCACAF rumbo al Mundial de Qatar 2022.
El equipo estadounidense, repleto de figuras europeas, arrancó jugando a tambor batiente, pero con el correr de los minutos los salvadoreños se fueron asentando hasta equilibrar las acciones y terminar controlando un poco más el partido, aunque sin llevar mayor peligro a la portería defendida por Matt Turner.
Todos presagiaban que Estados Unidos le pasaría por encima a la Selecta, dirigida por Hugo Pérez, mundialista con la selección estadounidense.
“Es un poco difícil de entender, pero tuvimos un partido complicado sobre nuestros hombros, ganamos un punto y toca seguir adelante”, comentó el técnico estadounidense Gregg Berhalter.
En la recta final del partido ingresó Joshua Pérez, el sobrino del técnico de los salvadoreños, y por momento trabó piernas con Tyler Adams, quien fue su compañero en la selección Sub17 de Estados Unidos.
Los salvadoreños también gozaron del duelo entre los hermanos Roldán: Cristian vistiendo la casaca blanca de Estados Unidos, y Alex con la azul de la Selecta cuscatleca.
Al final del partido, los hermanos Roldán se fundieron en un abrazo e intercambiaron camisetas, después se dirigieron a la afición salvadoreña que los ovacionó. Sus padres que había llegado desde Estados Unidos se encontraban en las gradas del Cuscatlán.
“Se dejan dos puntos en casa, pero creo que al final si de algo estoy satisfecho es del esfuerzo de los jugadores y de la forma en que se comportaron, pero hubiera querido ganar”, manifestó Pérez al final del partido.
Pérez conocía bien al rival, ya que formó parte de la selección de Estados Unidos en el Mundial de 1994.
“Hace ocho meses (cuando la Selecta era dirigida por el mexicano Carlos de los Cobos) el equipo B nos metió seis goles y hoy jugamos contra el equipo A”, resaltó. “Demostramos que estos jugadores tienen la capacidad, pero todavía nos falta mucho trabajo”.
Como si fuera un aficionado más, el presidente salvadoreño Nayib Bukele que siguió de cerca las incidencias del partido dijo en su cuenta oficial de Twitter: “merecimos ganar, nos quitaron un penal, tuvimos al árbitro en contra; pero sacarle empate a Estados Unidos, y con esta calidad de juego, es una victoria”.
El domingo, El Salvador recibe a Honduras, que sacó un valioso punto a domicilio al empatar 1-1 con Canadá, y el martes visita a Canadá. Por ahora, el empate lo alienta.
“Este es un paso para que los jugadores entiendan que pueden competir y el domingo hay que mejorar”, enfatizó Pérez.
El octagonal final, en el que Estados Unidos y México llegan como los grandes favoritos, otorgará tres boletos directos de la zona al Mundial y el pasaje al cuarto para un repechaje intercontinental.
No fue el comienzo que esperaba la selección estadounidense.
“Podemos poner muchos pretextos sobre el partido, pero al final, hay algunos aspectos positivos que rescatar”, comentó el mediocampista Adams. “No recibimos gol, ganamos un punto y vamos a concentrarnos en el siguiente partido”.
El partido se jugó en el estadio Cuscatlán con un aforo casi completo. Las autoridades de salud permitieron el ingreso de los aficionados que ya se aplicaron las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Pérez busca clasificar a El Salvador a su tercera Copa del Mundo. La selección salvadoreña participó en los mundiales de México 1970 y España 1982.
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