A lo largo de los últimos años, la comida para llevar ha ido sufriendo muchos cambios en cuanto a la oferta disponible para los consumidores. Hace algunos años, marcas como McDonalds o Burger King eran las más conocidas en el mercado, y se repartían el mercado sin casi competencia. Desde hace ya algún tiempo, productos como los kebab o los shawarmas han ido cogiendo un espacio preferente dentro de la comida para llevar y cómoda rápida que se ha extendido por toda Europa y en especial en España.
Entre estos dos productos, que actualmente son muy conocidos, siempre surge la duda sobre qué diferencia existen entre ellos, ya que los podemos encontrar de diferentes maneras según el sitio donde los consumamos.
¿Qué diferencia hay entre kebab y shawarma?
Lo cierto es que ambos productos son lo mismo. En cuanto a ingredientes no tienen diferencias, más allá que el propio establecimiento lo prepare de una manera u otra.
Pero la esencia del plato es la misma. La única diferencia que existe entre ellos es el nombre. El kebab, conocido por la cadena Döner Kebab, es originario de Turquía, mientras que el shawarma es un producto de origen árabe.
En ambos casos, se trata de un plato tradicional turco encontrado en Medio Oriente que se compone de pollo, ternera o cordero, aunque se pueden combinar todas las carnes, cocinadas a fuego lento en un asador vertical y consumido en un pan pita.
En su mayoría, las verduras de todo tipo juegan un papel fundamental para condimentar el sabor de estos platos, que se completan con queso y huevo, y la tradicional salsa blanca especial para kebab.
Algunas características
El término Döner Kebab hace alusión a la «carne a la parrilla cocinada que da vueltas». Por ejemplo shawarma es una palabra que viene del árabe y generalmente, suele estar cocinada con carne de cordero, aunque como decimos, hoy en día se pueden encontrar con cualquier tipo de carne.
Este tipo de comida fue introducida por los inmigrantes turcos que comenzaron a colonizar algunas zonas de Berlín en los años 70 del pasado siglo. En la actualidad, este tipo de negocios son realmente mayoritarios en muchas ciudades donde podemos encontrarlos situados en los centros de grandes capitales o en los barrios.
Tenemos que tener en cuenta que el verdadero kebab no es exactamente el que comemos en Europa, ya que se ha «occidentalizado» con el paso del tiempo. La idea es que fuera un plato enrollado que se pudiera comer en cualquier lugar, ya fuera en casa, o caminando por la calle, donde la carne y las verduras fueran los únicos ingredientes del mismo.
Dürüm
Existen una serie de variantes que se han ido también imponiendo en Europa con el paso de los años. Todos conocemos el kebab y el shawarma como las principales variedades de este tipo de platos, pero también podemos encontrar otros como el dürüm.
El dürüm es la versión enrollada del kebab. Mientras que el plato original se utiliza un pan plano más gordo como el pita, el dürüm es un plato enrollado en un pan mucho más fino, casi parecido a los crepes dulces que se suelen comer en nuestro país.
El enrollar todo los ingredientes hacen que se compacten mucho mujer y que quede más prensado, lo que supone una mayor facilidad para el cliente a la hora de transportarlo y comerlo en la calle mientras camina. Como decimos, en Europa es habitual que estos dürüm se presenten en los mismos panes donde se elaboran otros platos de origen mexicano como las fajitas o los burritos.
Shawarma
El shawarma está igual de extendido que el kebab en nuestro país. No existe diferencia en cuanto a ingredientes pero si se que en muchas zonas suele presentarse en un pan más grueso que en el pita. Además, para muchos el shawarma, a diferencia del kebab original, es típico presentarlo en plato, con los ingredientes sueltos para mezclarlos como el cliente quiera.
Gyros
La versión más occidental de estos platos de cocinado rápido la tenemos en Grecia con su famoso gyros. Aunque llega desde Grecia y hace referencia al giro de la carne para cocinarla, lo cierto es que su origen también tiene que ver con los inmigrantes turcos que llegaron al país procedentes de Oriente Medio y Anatolia.
El concepto es el mismo que el de los kebas y shawarmas, pero adaptado al gusto local. En este tipo de platos adaptados al paladar griego destacan los productos frescos mediterráneos, preparado con pan de pita griego, hortalizas frescas como el tomate, la cebolla y la patata.
Pero como con el resto de platos que hemos visto de este estilo, el preparado cambia en función del gusto, así que en el fondo, el gyros griego no se diferencia demasiado a los originales kebab y shawarma.
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